Uno de los temas más sensibles de la inmigración es el que afecta a los menores de edad. El presidente de la subcomisión de Extranjería del Colegio de Abogados de Málaga, Álvaro García, explica que cuando viajan acompañados por sus familiares nunca se les separa, pero de lo contrario interviene la Junta de Andalucía. Según fuentes de la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social, la administración andaluza les presta atención a través del acogimiento residencial en Centros de Protección de Menores. Estos garantizan la protección necesaria a los menores y la cobertura de sus necesidades básicas. Por la situación geográfica, los ingresos de estos menores en los recursos de la región se producen por dos vías fundamentalmente: «La llegada de pateras a los puertos andaluces, así como los ingresos constantes y diarios en los Centros de Protección de Andalucía, principalmente a través del Puerto de Algeciras y de Motril con menores que cruzan en bajos de camiones y otros vehículos de locomoción». En el caso de las pateras, según las mismas fuentes, la llegada de menores ha sido una constante en los últimos años y se han sucedido periodos de una afluencia muy elevada, con otros en los que se ha atenuado el número de ingresos, aunque nunca han dejado de llegar. De hecho, a partir de 2016, se ha notado un incremento significativo y progresivo que se traduce que en lo que llevamos de año han ingresado un 60% más de menores que en el mismo periodo del año 2015. Según el informe de Menores Inmigrantes No Acompañados (MENAS), desde el 1 de enero hasta el pasado 27 de junio, en Andalucía se atendieron a 1.162 menores, siendo132 nuevos ingresos y 619 de ellos derivados a Centros Propios Primera Acogida. La estancia media de estos menores en nuestros centros depende de la edad, y permanecen en ellos hasta los 18 años, o se marchan si disponen de un proyecto migratorio para acudir a otra comunidad autónoma o país europeo donde tienen algún familiar.