La prudencia en el modelo de gestión de Unicaja Banco, que se ha mantenido invariable con los diferentes equipos de gestión que ha tenido la entidad a lo largo de estos años, fue ayer una de las claves más repetidas por los directivos del banco malagueño como clave de un éxito que ha tenido su último episodio con el proceso de salida a Bolsa. El presidente de Unicaja Banco, Manuel Azuaga, afirmó ayer en el acto de debut en la Bolsa de Madrid que ese modelo «prudente» es una de las esencias de la entidad y algo que le ha permitido mantenerse «independiente» a pesar de la dureza de la crisis.

Azuaga, que es también un modelo personal de discreción (ayer incluso no quiso protagonizar personalmente el toque de campana cediendo el puesto al consejero delegado, Enrique Sánchez del Villar, y al director general de Finanzas, Pablo González) calificó de «orgullo» el poder echar la mirada atrás «y comprobar que en el banco actual siguen presentes tanto el espíritu inicial como los valores de trabajo, esfuerzo y compromiso diario que nuestros antecesores se marcaron hace 26 años, recogiendo el testigo de entidades con una larga trayectoria, en algunos casos centenaria».

En este sentido, tuvo palabras especiales de reconocimiento para el expresidente de Unicaja y actual presidente de la Fundación Bancaria, Braulio Medel (que no estuvo ayer presente en el acto de Madrid) que, al frente de sus equipos fraguó y consolidó la actual fortaleza de la entidad. La apuesta por la proximidad al negocio y al cliente local (especialmente en Andalucía y Castilla y León) se combinan con una marca de dimensión nacional, apuntalada ahora por su presencia en Bolsa.

Fuentes del sector recuerdan que durante los años del boom económico a Unicaja, creada en 1991 a raíz de la fusión de las cajas de ahorro de Cádiz, Almería, Antequera, Ronda y Málaga, se le ha achacado tradicionalmente el ser una entidad financiera excesivamente conservadora. Sin embargo, ha sido la fidelidad a esa estrategia la que le ha permitido salir indemne de la crisis, frente a muchas otras que se vieron abocadas a procesos de integración. De hecho, Unicaja es actualmente el único banco de capital netamente andaluz.

Crecer, pero con rentabilidad

«El modelo de negocio de Unicaja está basado en una banca de proximidad, de cliente minorista con fuerte conocimiento del entorno y muy comprometido. Y está basado en la prudencia. Somos de las entidades con mayor nivel de capital, algo que se va a ver reforzado ahora con esta ampliación», sostenía ayer también el consejero delegado, Enrique Sánchez del Villar. Los niveles de liquidez «inapelables» y el hecho de que los niveles de cobertura de riesgos estén entre los máximos del sector certifican, a su juicio, el excelente estado de Unicaja Banco. Para Sánchez del Villar, con la salida a Bolsa «estamos en condiciones de afrontar el cumplimiento del plan de negocio, sin perder sino reforzando nuestros valores y fortalezas».

Lo cierto es que el planteamiento de Unicaja a partir de ahora es seguir creciendo en volumen de negocio y clientes, aunque siempre con la premisa de la rentabilidad y de no bajar nunca de los actuales ratios de solvencia. Y es que para 2018 el Banco de España va a apretar en sus exigencias al sector financiero. Unicaja, en su actual situación, cumple de forma sobrada con los parámetros pero la consigna es no relajarse en lo más mínimo.

«Crecer pero siempre con rentabilidad, no a cualquier precio» señalan fuentes financieras respecto al rumbo y los objetivos que mantendrá Unicaja tras su salida a Bolsa (un proceso que, por otro lado, no podía demorarse por más tiempo).