Cuando en Málaga el turismo se hizo turismo de calidad, le valió para aparecer en el New York Times. Fue con la creación del Foro de Turismo de Málaga, allá por el año 2007, cuando el Ayuntamiento decidió dar un impulso para cambiar el relato establecido hasta entonces. A la postre, un hito que lo iba a cambiar todo. Este martes se cumplió una década desde su fundación. La capital añoraba al turismo, pero el sentimiento no era de reciprocidad. Si el aeropuerto ha devenido con el paso del tiempo como principal puerta de entrada, no hace tanto que la infraestructura y la capital ejercían como dos imanes que se repelen. Desde el punto de vista turístico, eso lo pueden confirmar todos los lugareños, Málaga estaba muerta en apariencia. Los millones de viajeros llegaban al aeropuerto con la misma intensidad con la que pedían un taxi para desplazarse hasta Torremolinos o Marbella y desaparecer. Con 320 días aproximados de sol, Andalucía sigue siendo la gran tostadora preferida por los europeos. Pero, durante décadas, Málaga se encontraba a la sombra de Sevilla y Granada. Atraídos por la oferta cultural, el desplazamiento a estas dos capitales se llevaba un gran trozo del pastel.

Más allá de las buenas temperaturas, Málaga tenía poco que ofrecer. Los espontáneos que se dejaban caer se iban con la impresión de habar pasado por una ciudad que había vendido su alma a la especulación y al ladrillo. Hasta justo por detrás de La Malagueta se había amontonado el cemento para dar forma a una hilera de bloques de piso. «Hasta aquí hemos llegado», debió pensar el alcalde de ahora y de entonces, Francisco de la Torre, cuando decidió crear el mencionado foro. En una mesa, junto al regidor, el entonces presidente de la Cámara de Comercio, Jerónimo Pérez, y el vicepresidente ejecutivo de la CEA, Javier González de Lara, entre otros. Una lluvia de ideas e infinitas horas de trabajo después, se puso en marcha un plan ambicioso a largo plazo para que Málaga ya no tuviera que agacharse ante las otras capitales de Andalucía. En 2007 se inauguró también la estación marítima de cruceros del dique de Levante y se puso en marcha la conexión de alta velocidad con Madrid. Llegó, además, la reapertura del Museo del Patrimonio Municipal de Málaga y se impulsó la marca Málaga Ciudad. Desde entonces, un apóstrofe que sirve para identificar a la ciudad y que ha contribuido a sacarla del ejército de sombras de antaño.

Llegaron más hitos. En 2010, la transformación de la política de promoción. En 2011 la puesta en marcha del plan turístico y en 2013 se inicia el proyecto Málaga Cruise Shops. Todo, como antesala al salto de calidad definitivo, que se dio con la ambición de dar un salto, también, cultural. El nombre de ciudad de los museos se peleó y el Thyssen, Pompidou o Museo Ruso ejercen como carta de presentación. Los números hablan por sí solos. La evolución de los viajeros alojados en Málaga desde el año 2000 hasta ahora sigue en una constante línea al alza. Así, se ha pasado de 379.221 a 1,1 millones. Si en 2000 había 24 hoteles, hoy se contabilizan 73 establecimientos.

Celebración y premiados

Hubo, como se ha demostrado, motivos suficientes para festejar el décimo aniversario del Foro de Turismo de Málaga. Además de todos los actores que lo levantaron, asistieron al acto, en clave de anfitriones, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y el presidente de la Diputación, entonces, concejal de Turismo, Elías Bendodo. También acudió a Málaga la presidenta de la Red de Turismo Urbano de la Organización Mundial de Turismo (OMT), Ana Botella, y el presidente de la CEA, Javier González de Lara.

Coincidiendo con la celebración, la ciudad también hizo entrega de sus premios Turismo Ciudad de Málaga. En esta primera edición, los galardonados han sido los siguientes: el New York Times por sendos reportajes elogiando a la ciudad; Miguel Sánchez Hernández, presidente del grupo MS Hoteles; el grupo Santos, inversor y constructor del Hotel Miramar, y la Asociación de Centros de Español en Málaga (ACEM), uno de los principales instrumentos de promoción para el turismo idiomático. Tras la entrega de premios, se ratificó la impresión de que hay poco tan turístico en Andalucía como Málaga.