Con la llegada del verano, las vacaciones y los viajes, tan deseados y a veces inesperados, muchas familias deciden que uno de los miembros de la casa no puede acompañarles en el viaje. El abandono de perros en Málaga ascendió el año pasado durante el verano a 2.000 casos, mientras que durante todo el año se calcula que la cifra fue de 104.447 perros en toda España, según los datos recogidos por la Fundación Affinity. «Estas cifras no son exactas, ya que esta fundación solo puede contabilizar los perros que las protectoras y perreras recogen, pero hay muchos más», explica preocupada Carmen Manzano, la presidenta de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Málaga.

El abandono «masivo» tanto en invierno como en verano, tal como lo califica Manzano, se produce por una serie de motivos que al parecer, están justificados para aquellos que lo llevan a cabo.

Son muchos los cazadores que para la búsqueda de la presa utilizan perros que, dadas sus características, pueden ayudarles con facilidad a encontrar y alcanzar a la presa deseada. Pero este tipo de actos conlleva tras de sí otros muchos que desafían la ley. Así, los perros más abandonados son los de caza. En el caso de la Protectora de Málaga, más del 90% de los perros son podencos. «Nadie controla los zulos de cazadores. Ellos crían indiscriminadamente a los perros, ya que buscan hacer mezclas de raza para tener un perro ideal para lo que necesitan y cuando lo encuentran, los cachorros que no les sirven o los abandonan en cualquier lugar o nos los dejan en la puerta», asegura Manzano.

También las vacaciones y viajes son otro motivo de abandono. Viajar con ellos en cualquier tipo de transporte supone una subida de precio en el billete en muchas ocasiones. Además, si el viaje se realiza en avión también equivale a otra serie de papeleos que los dueños no siempre quieren hacer. Estar encargados de sus mascotas ya no es para ellos algo primordial y deciden deshacerse de ellos. «Hay que concienciar a la gente para hacerles ver que los animales no son juguetes, son seres vivos que hay que cuidar», comenta.

Los malos comportamientos, según los datos aportados por la fundación Affinity, son el tercer factor por el que se abandona a estos animales. Desde la Protectora de Málaga recuerdan que el comportamiento de un animal depende en gran medida del comportamiento que el mismo dueño tenga, por lo que educar y adaptar al perro al entorno en el que vive es esencial para que tenga comportamientos correctos.

Elevadas sanciones

El abandono de un perro, según la Ley de Protección Animal de Andalucía, supone una sanción de entre 2.000 y 30.000 euros. Si la conciencia no es suficiente, las sanciones deberían de serlo, pero la Protectora asegura que el abandono no se toma descansos en todo el año, ni aún sancionándose a los dueños. «No abandonan más durante el verano, el abandono es constante. En verano, lo que sí notamos es que se adopta menos», afirma Manzano.

La Protectora de Málaga, al entregar a uno de sus perros en adopción, realiza un seguimiento durante un año para asegurarse de que la persona adoptante sea de confianza. En Málaga se organizan peleas de perros, por lo que este seguimiento es esencial para que el animal no regrese a manos de alguien que lo trate del mismo modo en el que lo trataron al ser abandonado, o en este caso, peor.

Para evitar que estas personas se hagan con animales, cada protectora tiene una lista negra de ciudadanos a las que no se les puede dejar adoptar. «Aquí vino una pareja que quería adoptar a un pitbull. Descubrimos que lo querían para peleas de perros y les denegamos la adopción», nos cuenta Manzano. Y es que el abandono de animales, ya no sólo es un acto de cobardía, sino que es un acto con el que otros pueden crear un negocio ilegal en el que propician al animal una muerte segura de forma atroz.

@mdmedinadeharo