27 años en una misma actividad dan para mucho. Mari Carmen Moreno los ha traspasado dejando una estela larga e intensa de eficacia, efectividad y entrega, pero también de afectividad y aprecio de todos y hacia todos.

¿Se acuerda cuándo llegó y cómo?

Yo llegué al Ayuntamiento el 2 de febrero de 1990. El partido decidió que aunque Pedro Aparicio gobernaba con mayoría absoluta había que crear el grupo municipal y con esa intención vine yo, que fui la primera persona que tuvo el grupo y al principio en unas condiciones precarias, compartiendo mesa con el concejal portavoz pues no había oficinas del grupo, la mesa que tenía Jacinto Mena la usaba yo y cuando él venía tenía que buscarse acomodo en otro lado o turnándonos en la mesa. Después ya en agosto de 1991 se amplió el personal de grupo.

Ha conocido los buenos tiempos de gobernar y los malos?

Los buenos y los malísimos cuando bajamos de 17 a 7. Aquello se llevó muy mal, con los últimos cuatro años de Aparicio muy duros, una crisis económica grave y el Ayuntamiento en unas condiciones pésimas a nivel económico. Aunque antes de irse Hilario López Luna hizo el primer plan de saneamiento para dejar las cosas de manera aceptable y en condiciones. Se vivió muy mal, pero jugamos con la ventaja de que la oposición en su conjunto éramos mayoría de 16 frente a los 15 de PP de Villalobos. Eso hizo que nos tuviéramos que poner de acuerdo muchas veces y fue un mandato muy bueno para la ciudad y Francisco de la Torre ha estado viviendo muchos años de proyectos que se aprobaron entonces, como el PGOU, el plan del Puerto, el plan Renfe, se reguló la autoconstrucción... Fueron cuatro años muy prolíficos, pero nosotros ya desde la oposición, y sin tener costumbre. Lo bueno es que tuvimos una persona como Eduardo Martín Toval con una capacidad política muy grande y como persona también y supo aprovechar esos cuatro años y consiguió mucho.

De los portavoces que han pasado, ¿con cual se quedaría?

Es difícil porque he tenido muchos. Con todos me he llevado muy bien y les guardo a todos muchísimo cariño, pero sí que es verdad que la talla política que tenía Eduardo Martín Toval no se la he visto a nadie. Los demás también la han tenido, pero Eduardo venía de ser padre de la Constitución y tenía un bagaje político y una experiencia que yo no lo había visto nunca hasta entonces, más allá de Pedro Aparicio.

En la oposición socialista, ¿se han hecho las cosas como se debería o esa especie de castigo es justo?

Justo no es pues tanto los portavoces como los concejales han trabajado muy duro para revertir la situación y poder gobernar. Pero ¿qué ha habido errores?, pues claro que sí. El más grave para mí ha sido la provisionalidad en los portavoces y concejales. Si hubiéramos tenido la capacidad de consolidar una persona en la ciudad como alternativa hubiera sido mejor, pero es fruto de las primarias y eso ha obligado a los cambios de personas. Pero nosotros, aún en la oposición hemos sido siempre un referente. En general hemos trabajado bien, hemos tenido un modelo que hemos defendido y ahí hemos estado siempre. Se ha fallado en no tener un candidato consolidado. Las primarias son un proceso democrático muy respetuoso, pero pueden introducir esa variable no querida.

Dicen que ha sido las manos y los pies de este grupo, un concejal más en la sombra.

A mí me ha gustado mucho mi trabajo, la vida municipal, me apasiona y es verdad que he tenido responsabilidad como técnico y político porque el partido me dio esa posibilidad, los portavoves han confiado en mí y yo he tratado siempre de hacerlo lo mejor posible en defensa del proyecto socialista.

Ha sido costoso aceptar este cambio con la salida del Ayuntamiento?

Bueno, ha sido muy emotivo pues han sido 27 años aquí. Yo entré soltera, en este tiempo me he casado, tengo dos hijas grandes, y lo he hecho todo aquí. Mi trabajo han sido 27 años para este Ayuntamiento y para la política de mi partido y ahora tengo esa sensación de vértigo del cambio, pero también es verdad que el reciclaje es bueno, el cambio es positivo en todos los sentidos para impulsarte e impulsar lo que haces.

¿Cómo afronta el nuevo destino?

Tratando de aprender mucho. Yo conozco bien a muchos colectivos de mujeres pues en el PSOE hemos estado dedicadas a la defensa de la igualdad de oportunidades, por tanto no es un medio que yo desconozca donde me voy a mover ni a la gente, pero es una novedad. Por primera vez voy a gestionar y eso me hace mucha ilusión e integrarme en un proyecto como el de la Junta en el gobierno de Susana Díaz.