El concejal de Sostenibilidad Medioambiental, Raúl Jiménez, hizo ayer entrega a los perros Mico, Chispa y Piña de las chapas que sirven para identificar su perfil genético, así como del correspondiente carné a sus respectivos dueños, Noemí García, Rafael A. Pozo y Sara Tellado. Los perros pertenecen al grupo de algo más de 2.500 que se han sometido a la prueba de extracción de sus datos de ADN, en cumplimiento de la Ordenanza de Bienestar Animal del Ayuntamiento de Málaga, recientemente aprobada. La norma da a los dueños de una mascota canina hasta el próximo 31 de octubre para llevarla a un veterinario que realice la extracción de sangre necesaria para determinar los 19 marcadores genéticos del perro. Esta información se incorporará al censo municipal de animales de compañía.

El procedimiento para la obtención del perfil genético cuenta con la colaboración de los veterinarios, quienes han advertido de que la mayoría de sus clientes han dejado para después del verano la realización de la prueba, generando el consiguiente problema de saturación. El concejal de Sostenibilidad Medioambiental realizó ayer un llamamiento a los propietarios para que no esperen hasta el último momento del plazo previsto, ya que, según recordó, una vez superado el mismo «todo aquel perro que no cuente con una chapa con su identificación de ADN estará incumpliendo la ordenanza y su dueño podrá ser multado por la Policía Local». Jiménez recordó además el apoyo que está prestando el Ayuntamiento de Málaga a aquellos propietarios de un perro que están desempleados.