«Hemos visto que no respondía y he llamado al 112», aseguró el encargado de un quiosco de helados situado en el paseo marítimo Antonio Machado mientras miraba hacia el punto en el que varios sanitarios del 061 custodiaban el cadáver de un varón que ya habían tapado con una sábana a la espera de que llegara la Policía Nacional. El cuerpo, situado junto al muro perimetral que Emasa y el puerto tienen frente al Parque de Huelin, estaba tumbado de lado y con una mochila a la altura de la cabeza, postura que al parecer mantuvo durante todo el día a pleno sol, lo que llamó la atención del quiosquero. Sin embargo, lo que más le sorprendió al empresario, que dio el aviso sobre las 14.30 horas, es la versión que le dio un vecino en plena vorágine, ya que al parecer este le dijo que el martes ya había visto el cuerpo en el mismo lugar y en la misma posición en la que fue encontrado ayer.

La Policía Nacional de Málaga se ha hecho cargo de la investigación para determinar las circunstancias de la muerte del hombre. Fuentes cercanas al caso aseguraron que, a la espera de lo que digan los resultados forenses, el cuerpo no presentaba signos externos de violencia.