Los cambios demográficos que la sociedad malagueña viene experimentando en las últimas décadas se están dejando ya notar en la composición de los hogares. El matrimonio llega más tarde, las familias tienen menos hijos, la esperanza de vida aumenta y todo ello se traduce en el aumento de los hogares formados por una persona, que en la provincia de Málaga se sitúan en torno al 30%, con un incremento constante desde 2010.

Así lo refleja el informe de indicadores urbanos publicado recientemente por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que trata de dibujar una foto fija de las grandes ciudades. En el caso de la provincia de Málaga es Torremolinos la ciudad con más porcentaje de su población que vive sola, con un 35,5%, tres puntos más que hace seis años. El estudio analiza, además de Torremolinos, a Málaga, Benalmádena, Fuengirola y Marbella. En todas tres de cada diez hogares son unipersonales, salvo Benalmádena que se queda en un 26%. Y todas superan la media nacional, que es del 25%.

Las ciudades analizadas presentan además unas circunstancias que la diferencian del resto de la provincia e incluso de las medias nacionales. La Costa del Sol ha sido receptora en los últimos años de un turismo europeo en edad de jubilación que han buscado aquí un retiro dorado y la mejora de la calidad de vida ha hecho además que los malagueños vivan más años. Si en 1975, la esperanza de vida media era de 72 años, ahora es de 82,3, lo que hace de la provincia la más longeva de Andalucía junto a Córdoba -para las mujeres malagueñas la esperanza de vida media es de 84,7 años, para los hombres de 79,8-.

Así, en muchos casos, el porcentaje de mayores de 65 años supera ya al de menores de 14 años. Es Fuengirola la ciudad con una mayor presencia de ciudadanos que han superado la edad de jubilación, con un 21,4% de sus vecinos, tres puntos más que la media nacional. Marbella, con un 13,9%, es la que suma un porcentaje menor y la que tiene un porcentaje mayor de población menor de 14 años, con más del 16% -el resto, salvo Fuengirola, supera el 15%-.

En cuanto a la población foránea la provincia de Málaga supera sobremanera la media española, con Fuengirola como caso más llamativo, ya que tres de cada diez habitantes son de nacionalidad extranjera. Salvo la capital malagueña, con un 7,5%, todas las grandes ciudades de la provincia superan el 20% de ciudadanos nacidos en otros países.

El informe del INE pone el acento además en el tamaño medio de los hogares, que en todos los casos analizados en la provincia es ligeramente superior a dos personas. Un dato que casa con los últimos datos de movimiento natural de la población, que en la provincia han detectado que la media de hijos por mujer ha caído hasta los 1,33, con una tasa de fecundidad en retroceso desde 1975, cuando la media de hijos era de tres por mujer en Málaga. La provincia, después de experimentar un incremento de los nacimientos en los años del boom económico que la acercó a las cifras de los años 80, ha vivido una caída de recién nacidos en los últimos años debido a la crisis económica y a la salida de población extranjera, que ayudó a dinamizar la demografía malagueña con su llegada.

La edad media a la maternidad, por contra, ha alcanzado ya su cifra más alta desde que se dispone de estadística, y llega a las malagueñas a los 31,5 años y la edad media al matrimonio se ha retrasado hasta los 36 años, prácticamente una década más tarde que a finales de los 70.

Este hecho no significa que la maternidad llegue después del matrimonio. Según los datos del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (Ieca), el porcentaje de nacidos de madre no casada en Málaga no para de incrementarse, con una media del 34,7% en la provincia, frente al 2% de 1975.

Málaga, con más de 569.000 habitantes, se mantiene como la sexta ciudad más poblada de España, y supera los 800.000 si se suma los ciudadanos que residen en el área metropolitana de la capital.