Durante meses defendiendo la unidad frente a la división de sus vecinos y su lucha fratricida por la secretaría general. Metiendo el dedo en la llaga de Susana Díaz, que «se tenía que ir de Andalucía porque ya se había ido», según pregonaban. Agrupándose en torno al líder indiscutible que ocupa La Moncloa y su elegido en Andalucía, el malagueño Juan Manuel Moreno Bonilla. La receta política de poco o nada parece haber servido. El guiso se ha pegado en el fondo de la olla popular, que en unas hipotéticas elecciones andaluzas, si se celebraran hoy, volvería a perder ante un PSOE que cada cuatro años se muestra incontestablePSOE. Empeoraría incluso los resultados obtenidos en marzo de 2015 y en la provincia de Málaga, donde la hegemonía socialista se ha puesto en entredicho en alguna ocasión, esta vez tampoco sería la fuerza más votada.

Según la encuesta realizada este mismo mes de julio por el instituto de estudios sociológicos Celeste-Tel para La Opinión de Málaga a 2.450 personas de la comunidad andaluza (400 de ellas de Málaga), el PSOE se alzaría con una cómoda victoria en la provincia y las esperanzas del PP terminarían por esfumarse en uno de sus tradicionales feudos.

Respecto a los últimos comicios de hace dos años no se producirían apenas cambios en la nómina de diputados que Málaga enviaría al Parlamento andaluz. Lo que pasa es que el último sondeo que publicó este periódico el Día de Andalucía daba en la provincia una situación de empate técnico, y con relación a esos datos sí que se produce una caída, al menos en la intención de voto al PP.

Así las cosas, la encuesta concede al PSOE el 29,6% de los votos y repetiría los 6 parlamentarios que tiene en la actualidad. El PP sumaría el 27,2% de los apoyos, y solo podría aportar 5 diputados. Podemos se mantendría como tercera fuerza política en la provincia, con 3 escaños y el 15,4% de los sufragios que se emitirían, tres décimas más que en marzo de 2015. Ciudadanos también mejoraría resultados, alcanzando el 12% de los sufragios y con 2 diputados. E IU repetiría con un representante y el 7,9% de los votos, según Celeste-Tel.

Solo Almería resistiría a la apisonadora socialista

El análisis de las cifras que aporta la consultora Celeste-Tel en su encuesta no deja lugar a dudas: el PSOE mantiene su máquina apisonadora a pleno rendimiento en todas las provincias andaluzas y si las elecciones autonómicas se celebraran hoy, se impondría con claridad. Otra vez. Solo Almería se sale de este guión que sitúa a los socialistas como fuerza incontestable. En esta provincia, el PP se impondría en votos, logrando el 35,9% de los sufragios, por el 33,1% del partido de Susana Díaz. Sin embargo, a la hora de repartirse escaños, ambas formaciones aportarían 5.

En el resto de provincias no hay ningún tipo de margen. Salvando a Málaga, donde aunque también ganaría el PSOE, se puede llegar a dar una situación también de empate técnico, en otros puntos de Andalucía el dominio socialista se traduce en intención de voto y en diputados en el antiguo hospital de las Cinco Llagas. Destaca por encima de todas Sevilla, feudo tradicional del PSOE, sede de la Junta de Andalucía. En la capital hispalense el PSOE lograría 8 diputados, con el 38,8% de los votos, duplicando a los obtenidos por la segunda fuerza: el PP, con 4 (20,9% de los sufragios) según el sondeo. El resto del pastel se lo repartirían con mayor o menor fortuna entre Podemos (3), Ciudadanos (2) e IU (1). Además, en Sevilla el PSOE ganaría apoyos respecto a las elecciones de hace dos años y el PP los perdería. El resto de partidos no cambian.

Las otras dos provincia donde la influencia socialista sería determinante para remachar su victoria en las urnas son Huelva y Jaén. En ambas se repetirían resultados con 6 parlamentarios para el PSOE, 3 para el PP, 1 para Podemos y 1 para Ciudadanos. Y en las dos, del mismo modo, los de Juanma Moreno Bonilla perdería apoyo respecto a las autonómicas de marzo de 2015 (perdiendo un escaño por Jaén).

El PSOE también sería la fuerza más votada en Cádiz, Granada y Córdoba, donde se reproducen los mismos registros que en 2015, aunque en la provincia cordobesa el PP se dejaría su segundo diputado, que iría a Podemos. Ciudadanos los ganaría en Cádiz y en Jaén.