En septiembre de 2013 se presentó el Proyecto Victoria, una iniciativa de I+D que iba a utilizar Málaga como laboratorio al aire libre, en este caso para probar un sistema de recarga de autobuses eléctricos en marcha y sin cables. Presupuestado en 3,7 millones de euros y liderado por Endesa, participaron la tecnológica Isotrol, la empresa de instalaciones eléctricas Mansel, la especialista en infraestructuras Conacon (grupo Sando), la Empresa Malagueña de Transportes (EMT) y la Universidad de Málaga.

Para llevarlo a cabo, informó la pasada semana a La Opinión el ingeniero industrial Jaime Briales, jefe del Servicio de Innovación, Energía y Nuevas Tecnologías del Ayuntamiento de Málaga, se habilitaron unos 150 metros de la avenida de Imperio Argentina, en Parque Litoral, en los que se instalaron unas bobinas embutidas en el terreno y unas tapas de protección compuestas en parte de grafeno. Un autobús de la EMT realizó la prueba.

En total, se instalaron diez bobinas, «ocho de ellas para ir descargando conforme el autobús se va moviendo con un sistema de autoguiado y cuando pasa por encima, recibe una descarga de muchísima potencia y otras dos, para cargar cuando el autobús está detenido al principio y final del trayecto».

Además de este carril de inducción , el proyecto contemplaba que el autobús se pudiera recargar con cables en los cargadores eléctricos dispuestos por la ciudad.

Aunque el carril de inducción se instaló en 2014, las últimas pruebas, informó Jaime Briales, se han llevado a cabo este año, ya limitadas a las tapas de las bobinas.

El responsable del servicio municipal de Innovación subrayó que se trata de un prototipo, probado con éxito. Briales recalcó que se ha tratado además de un proyecto de I+D que ha tenido «una prueba real en la calle y que ha funcionado».

También informó de que en la actualidad, las empresas participantes están valorando si esta novedad tecnológica tiene futuro, «y lo que nos llega es que sí, porque están hablando de un posible inversor chino».

Quejas vecinales

Con respecto a la situación del carril de inducción, que había motivado algunas quejas de vecinos de Parque Litoral por el abandono de esta zona, y la presencia de grandes pivotes tirados en la calle, el responsable del servicio pidió disculpas a los vecinos e informó de que, a raíz de las quejas, se ha vuelto a habilitar como aparcamiento, «sin tensión ni ningún tipo de peligro», a la espera de si el prototipo interesa.

Laboratorio urbano

Por otro lado, explicó que el Ayuntamiento de Málaga es socio de un proyecto en el que se pondrá a prueba un autobús eléctrico sin conductor. «Y en este caso, usamos la ciudad como laboratorio; en lugar de hacerlo en Berlín, ofrecemos nuestra ciudad como socios y colaboramos».

En este sentido, subrayó que Málaga, como smartcity, puede ser un excelente « laboratorio urbano» de pruebas que necesiten ser desarrolladas «en un entorno real, en un entorno urbano».

En el caso del autobús eléctrico que se recarga en movimiento ha sido un éxito y ya sólo queda esperar a esos posibles inversores que lo conviertan en realidad.