El Departamento de Estado de EEUU, en su informe sobre terrorismo correspondiente a España para el año 2016, resalta el programa pionero puesto en marcha por el Ayuntamiento de Málaga para prevenir la radicalización yihadista, proyecto que está liderado por el Centro de Inteligencia Contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO) y que se desarrolla en la capital como escenario de una iniciativa piloto de intervención interdisciplinar.

Estados Unidos celebra, en su informe remitido al Gobierno español, el proyecto que se desarrolla en Málaga como referente en la lucha contra el yihadismo con un plan de prevención pionero en el mundo y que tiene como finalidad sensibilizar y construir una ciudadanía activa y resiliente que favorezca la cohesión social, mejore la convivencia, respete la libertad religiosa y de culto y evite la marginalización y el radicalismo violento.

El que uno de los estamentos de más alto nivel de Estados Unidos cite el trabajo de Málaga para prevenir la radicalización no es una casualidad. El concejal de Asuntos Sociales, Julio Andrade; la directora general de Derechos Sociales, Ruth Sarabia,y parte del equipo de este área municipal empezaron el trabajo de investigación hace más de dos años para desarrollar en la capital un plan que sirviera para prevenir la radicalización y fomentar la tolerancia. «Cuando empezamos a trabajar no eramos conscientes de la importancia que ha alcanzado el plan. Hemos tenido reuniones al más alto nivel con la inteligencia norteamericana e incluso nos han ayudado a elaborarlo personas que antes eran extremistas y que no han dado claves importantes para desarrollar el proyecto», explica Andrade.

El concejal detalla que durante los dos últimos años hemos viajado por medio mundo manteniendo entrevistas de trabajo con Naciones Unidas, con el departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) de España y otros organismo internacionales y poco a poco fue cogiendo vuelo el proyecto hasta que el CITCO decidió ponerlo en marcha como experiencia pionera».

Andrade resalta «han sido varias las ciudades que se han interesado por su contenido e incluso varios países han pedido información y les hemos tenido que remitir al Ministerio de Interior».

El plan cuenta con una oficina municipal en el área de Servicios Sociales para coordinar los casos, donde los ciudadanos se pueden dirigir para poner en conocimiento un proceso de radicalización. Según los datos transmitidos por las autoridades españolas, la línea habilitada en España para denunciar anónimamente casos de radicalización ha recibido 900 comunicaciones «de interés» desde diciembre de 2015. De hecho, en Málaga el plan ha servido ya para actuar en varias familias donde se habían detectado en menores casos «incipientes» de una posible radicalización, lo que activó el equipo multidisciplinar para trabajar con los menores.

Los ejes del plan de Málaga

Las líneas maestras sobre las que pivota el plan son las siguientes: prevención e intervención programada; actuaciones y cooperación institucional; sensibilización y formación; igualdad entre géneros y promoción entre las mujeres musulmanas en el ámbito social, cultural, sanitario y productivo; mediación social e intercultural; gestión de la convivencia, diversidad religiosa y multicultural; educación y desarrollo de actitudes y aptitudes en menores y jóvenes; comunicación estratégica en internet y redes sociales e investigación y análisis. Son prioritarios los ejes uno, dos y cinco, ya que son básicos para desarrollar las demás.

Ya se han creado la Agrupación de desarrollo para el Fomento de la Convivencia y la Prevención de la Radicalización Violenta, que acoge a numerosas asociaciones; el Grupo Local, liderado por el concejal de Derechos Sociales; la Mesa Técnica para la Prevención de la Radicalización Violenta y el Consejo Asesor, formado por expertos.

Otra de las líneas de actuación del plan son las redes sociales, un canal fundamental en el reclutamiento de yihadistas. El plan desarrollado por el Ayuntamiento de Málaga también trata de combatir los mensajes a través de los cuales los captadores convencen a los jóvenes para la causa. De hecho, el Consistorio se ha puesto en contacto con jóvenes musulmanes que son líderes de opinión en las redes sociales entre sus semejantes. «La idea es que estas personas lancen a sus seguidores mensajes de tolerancia y convivencia, para poder contrarrestar los que llaman a la radicalización», afirmó Andrade.

Este programa de prevención conlleva un convenio con la Universidad de Málaga para medir los resultados.