Sacha Michaud y Oscar Pierre tuvieron en 2015 la idea de crear una aplicación móvil en la que los usuarios pudieran pedir cualquier cosa las 24 horas del día. Así, surgió Glovo, una startup que comenzó en Barcelona y ya se ha expandido a Valencia, Zaragoza, Madrid, Málaga, Sevilla y países como Italia o Francia.

La aplicación permite a los usuarios obtener lo que deseen, siempre y cuando los glovers . Las partes más importantes de la empresa para sus creadores son: el usuario y el partner, que es la empresa con la que mantienen un acuerdo a cambio de una pequeña comisión por cada pedido. Y por último están los glovers, que se encargan de entregar el pedido.

Los glovers son profesionales autónomos que trabajan para la empresa. «Tienen una aplicación en la que van recibiendo los pedidos. Nosotros al mismo tiempo, geolocalizamos al glover », explica Sacha Michaud, que ha estado en la ciudad durante la pasada semana.

El lema de la empresa es «lo que quieras, cuando quieras, donde quieras» y actualmente están en España, Francia e Italia. «Cada ciudad es diferente, lo bueno es que al ser una empresa tecnológica podemos tomar muchos datos para mejorar la aplicación, decidiendo que empresas son mejores para la aplicación o mejorar la posición y trabajo de los repartidores», comenta Michaud.

También explica que algunos usuarios han llegado a pedir cosas tan locas como enviar a un glover . «Si el glover está dispuesto a aceptar el pedido, ellos son autónomos así que nosotros no intercedemos en eso», comenta Michaud.

La aplicación se ha instalado en Málaga y Sacha sostiene que está teniendo una muy buena acogida. «Estamos muy al inicio pero Málaga es una ciudad en la que creemos que hay muchísimas posibilidades y de momento esta creciendo mucho, alrededor del 50%», explica el fundador.

El equipo Glovo está compuesto por un total de 100 personas en todo el mundo, junto a 2000 glovers y 1.5000 partners. Actualmente, Sacha Michaud asegura que les gustaría expandir la empresa como proyecto de futuro a otros países europeos sin olvidarse de afianzar el producto en las ciudades en las que ya están presentes.