Que Málaga es una de las ciudades españolas con más reclamo turístico no es ninguna sorpresa, pero que todavía queda bastante por descubrir dentro de la provincia puede que sí. La belleza de la región reside en sus costas, en el sol, que aunque a veces se haga tópico, les da nombre y representa el encanto de la zona. Su gastronomía y esa combinación de mar y sierra dotan a la zona de un atractivo turístico difícil de superar.

Sin embargo, la gastronomía y la belleza rural de Málaga no se han conseguido explotar del todo. Algo que además de una oportunidad de empleo para los jóvenes de los municipios rurales de la provincia, en los que no hay mucha oferta laboral, supondría otorgar al interior de Málaga esa importancia turística que a veces se deja en segundo plano, en favor de la reclamada Costa de Sol.

Para ello han surgido iniciativas como el programa Cicerones Rurales que se ha impartido en La Noria, en el que 25 alumnos de todas las edades y perfiles han podido formar parte.El curso ha durado dos meses y ha permitido a los alumnos, ampliar sus ideas y presentar sus propios proyectos de inmersión turística en torno a productos claves de la gastronomía malagueña como el vino, productos derivados de la cabra malagueña y la castaña entre otros.

El curso finalizó con la presentación de quince propuestas de itinerarios elaboradas por los alumnos que han participado en las jornadas. Entre las conclusiones que tanto alumnos como colaboradores de las jornadas han expuesto, se refleja la necesidad de exportar lo que ya tiene la «tierra»y convertirlo en una oportunidad de negocio. María Sánchez, en representación de la Algaba de Ronda, destacó la importancia de «usar la imaginación» para llevar a otros puntos las riquezas de «nuestros municipios».

Javier Prieto, fundador de la agencia Somos Destino, expresó que la clave está en «no dejar pasar desapercibido lo que ellos puedan consideraos ordinario». Explicó que el éxito de su iniciativa fue poner en valor un producto que carecía de prestigio para muchos e incluso desconocido en muchas zonas de España «quizás para vosotros el sendero que cruzáis para ir a tomar algo, es algo ordinario porque ya lo conocéis, pero para otras personas puede ser extraordinario y bello». También quiso animar a los asistentes al curo a «abrir los ojos» ante la nuevas oportunidades de negocio. «A veces es la gente de fuera la que explota nuestro territorio porque nosotros no hemos sabido ver la oportunidad» lamentaba Javier.

El principal propulsor de esta iniciativa, el grupo Club Gastronómico Kilómetro Cero, también expresó su satisfacción con este proyecto «pionero»explicaron,se inició con la idea de «generar nuevas oportunidades de empleo en los pueblos de la provincia' a través del desarrollo de nuevas propuestas».Por su parte los alumnos expusieron que este curso les ha ayudado a «ampliar sus conocimientos» y sobre todo a conocer «una infinidad de puntos de vista con una raíz común»

Así, este proyecto apoyado por la Diputación de Málaga y la Obra Social La Caixa, contribuye a través de la creación de nuevos proyectos turísticos centrados en la vía agrícola, ganadera y pesquera al mantenimiento de la población joven en zonas rurales y a generar un modelo de turismo sostenible.