Las azoteas del centro histórico de Málaga cada vez tienen más visitas. Y es que la oferta de terrazas no deja indiferente a nadie. Las inmejorables vistas, la tranquilidad, poder tomar algo viendo el atardecer y disfrutar de la brisa al caer la noche hacen de ellas unas de las zonas de ocio más buscadas. Y lo mejor de todo es que las hay para todos los gustos, edades y bolsillos.

Son muchos los hoteles del casco antiguo malagueño que tienen en su piso más alto una terraza a la que puede acceder todo el que quiera. Como la Piscina Lounge del hotel Molina Lario, con vistas a la catedral. Aquí se puede cenar o tomar unas copas en un ambiente chill out. Además, dependiendo del día se celebra un evento diferente. Los martes son de Tropicalia, una fiesta muy centrada en el afterwork y en un entorno joven. Los jueves con Trendy Market se une la moda a la música y los cócteles. Y el resto de la semana organizan otros planes para que siempre haya algo que hacer: espectáculos de magos, astronomía...

Una de las más míticas es la del AC Málaga Palacio. Su trayectoria y ser una de las primeras le otorga un ambiente más maduro. En este caso, si no estas alojado en el hotel tienes que pagar ocho euros para acceder a la terraza, lo que incluye una consumición. Sus privilegiadas vistas de la ciudad la han convertido siempre en una de las terrazas más concurridas. Asimismo, tiene un amplio calendario de eventos en el que se ofrece música en directo, como el V Bienal de arte flamenco de Málaga.

La Alcazaba y el castillo de Gibralfaro suponen otras de las vistas preferidas de todo el que viene o vive en Málaga. Y una de las mejores opciones para contemplarlas es la Terraza de la Alcazaba del Alcazaba Premium Hostel. Abrió hace dos años y medio y se ha convertido en el lugar preferido de los turistas y los jóvenes «gracias a la coctelería, los smoothies y las copas de primeras marcas», afirma el segundo encargado de la terraza, Alejandro Trujillo. Donde por la noche predomina el house. El restaurante Batik, del mismo hotel y también con una terraza con increíbles vistas tiene una oferta gastronómica para todos los gustos. «Hacemos comida internacional con productos de mediterráneos», explica Alejandro Trujillo.

Y lo más novedoso ha venido este año de la mano del primer hotel gastronómico de la ciudad: Málaga Premium Hotel. Su terraza -La Terraza de San Juan- es ideal para tomar algo en un ambiente chill out. Abrió el pasado 10 de julio y ha tenido muy buena acogida entre los malagueños.

«Tenemos una carta con 27 cócteles diferentes y una carta específica de mojitos», cuenta el encargado de la terraza y head bartender Diego Román. La terraza solo es para tomar algo, pero en los dos restaurantes del hotel se ofrecen dos tipos diferentes de gastronomía. En la planta baja se encuentra Bendito, «con un concepto de cocina street food», y gran influencia asiática donde predominan las tapas, explica el chef del restaurante, Mario Rosado. El restaurante del interior se llama Yubá, en él predomina «la comida internacional con influencias mediterráneas, sobre todo africanas, asiáticas y sudafricanas», comenta Mario Rosado.

Una de las más curiosas por su ubicación es la Terraza Chinitas, que permite ver la catedral desde una perspectiva distinta al resto. Suele estar frecuentado por turistas y aquellos alojados en el propio hostel, aunque «los fines de semana suele venir mucha gente joven», afirma el responsable de la terraza, Gonzalo Roque, debido a que se ambienta con música electrónica. Abrió hace unos dos años y «cada vez parece más una discoteca», bromea Gonzalo. Es el sitio perfecto si eres joven y quieres tomar una copa con la Manquita al fondo. Y si prefieres cenar con unas vistas panorámicas de Málaga, tu elección quizá deba ser la Terraza Áurea ubicada en el hotel Sallés Málaga Centro. Los distintos eventos y la música en directo son los protagonistas de las veladas en esta azotea, en las que destacan el jazz y el blues en vivo. Además, abre a las 12.00 horas por lo que se puede disfrutar de refrigerios, distintas opciones gastronómicas o algún combinado desde por la mañana.

Sin embargo, el primer puesto en las vistas malagueñás más privilegiadas lo sigue teniendo el Parador de Málaga. Su ubicación sobre el monte Gibralfaro ha hecho del paisaje que desde allí se observa la postal de Málaga perfecta, la fotografía más buscada y más utilizada de la capital. La plaza de toros de La Malagueta, el Muelle Uno y las luces que iluminan la oscuridad de la noche malagueña pueden contemplarse mientras se cena en el Parador. Aunque eso sí, ser una de los paisajes más reclamados también se nota en el precio.

Oasis representa otra opción en el corazón del centro malagueño. «Es la terraza más cosmopolita de Málaga», dice el encargado de la Terraza Oasis, Ángel López. A la que acceden personas de todo tipo: turistas, malagueños y huéspedes del hostel sobre el que se encuentra. Su decoración ibicenca y selvática, la música chill out y la variedad en coctelería han afianzado la clientela de un establecimiento que lleva ya abierto cinco años.

En cambio, si las preferencias pasan por paisajes más modernos como el Muelle Uno y la Noria, el Room Mate Valeria, situado a la espalda de la plaza de la Marina, probablemente sea tu sitio. Aquí es posible tomar algo o cenar en el bar de la terraza. Un restaurante que se creó recientemente y cuya carta es obra de Ricardo Sanz, el chef del grupo Room Mate Hotels que cuenta con cuatro estrellas Michelin. El prestigio de la cocina y las vistas aumentan el precio, por lo que el ambiente de esta terraza suele ser algo más maduro.