La subida que plantea Emasa del recibo del agua a través de un canon para financiar obras de saneamiento y depuración tendría una repercusión media de un euro al mes por recibo, según los cálculos iniciales. Emasa plantea un canon de 0,20 céntimos por metro cúbico consumido, pero que sería progresivo de manera que inicialmente el canon rondaría los 10 céntimos. Para un consumo medio de entre 20 y 25 metros cúbicos por recibo, ello supondría unos dos euros que, dado que el recibo es bimensual, saldría ese euro al mes.

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, respaldó ayer la necesidad de este canon para abordar las obras de saneamiento y depuración que necesitarían de una inversión de unos 130 millones de euros. De la Torre aseguró que «no hay otra vía de hacerlo» que aplicando ese canon.

Para abordar esas obras Emasa recurriría a un crédito bancario que tendría como garantía el propio canon para soportar el préstamo.

En todo caso nada será de inmediato, la aplicación del canon porque necesita de una larga tramitación que hace que no estaría aprobado hasta 2020 y las obras tampoco pues también necesitan un largo proceso de adjudicación y de construcción que no bajaría de unos diez años.

A la vuelta de las vacaciones, en otoño, el equipo de gobierno iniciaría la negociación con los otros grupos para conseguir la aprobación del canon en el consejo de administración de Emasa; posteriormente deberá tener el visto bueno del pleno del Ayuntamiento y luego de la Junta de Andalucía.

Déficit históricos

El alcalde señaló que aunque este canon «no va a tener incidencia en el recibo», resulta necesario para abordar las obras de saneamiento. En materia de abastecimiento «necesitamos mejorar y sustituir las viejas tuberías de fibrocemento, así como enmallar la red para darnos seguridad, así como separar las aguas pluviales y residuales y eliminar los restos sólidos y que no lleguen al mar y por último mejorar la depuración para el riego». Se trata de tener una ciudad «mas sólida y segura en saneamiento», según De la Torre, que reconoció que Málaga «sigue teniendo déficit en esta materia», por lo que es necesario «dar respuesta a unas necesidades que son estructurales e históricas de la ciudad».

«Los malagueños pueden estar tranquilos de que céntimos que paguen lo van a ver y van a ser algo que por cada céntimo que den reciben cien en cuanto a seguridad, calidad... es una inversión rentable desde el punto de vista de la seguridad que da en algo básico como es el agua y su abastecimiento y saneamiento», concluyó.