La peatonalización de la Alameda Principal será aprobada el próximo viernes en el Consejo de Administración de la Gerencia Municipal de Urbanismo que se celebrará el próximo viernes. De esta forma, sólo quedará la licitación de este proyecto, que supondrá eliminar el tráfico de los laterales de la Alameda y sólo dejará el carril central para el paso de vehículos.

La renovación urbana de la Alameda Principal supondrá la recuperación de una amplia parte de la Alameda para el uso peatonal, acercando además el Centro Histórico y el Ensanche de Heredia, ahora conocido como Soho, con idea de rescatar a esta última zona de cierto aislamiento de los circuitos peatonales habituales.

La inversión global supondrá una inversión de 11,5 millones de euros y será financiada de forma conjunta por el Ayuntamiento de Málaga y la Junta de Andalucía, después de cerrar un proyecto muy consensuado entre las administraciones y los ciudadanos. Los trabajos se dividirá en tres fases, de las que la primera será asumida íntegramente por la Consejería de Fomento dentro del proyecto de reurbanización de la Alameda por la construcción del metro. Esta primera fase consistirá en la peatonalización del lateral norte de la Alameda, aprovechando la construcción del túnel del metro, y podrá comenzar tras el verano, ya que las obras del metro están muy avanzadas y quieren reabrir gran parte de la superficie ya peatonalizada para la Navidad. La peatonalización será entre el puente de Tetuán y la plaza de la Marina, reproduciendose ese modelo en el lateral sur, que también se cerrará al paso de vehículos.

Las fases 2 y 3 serán financiadas y ejecutadas por el Ayuntamiento. La fase 2, abarca el encuentro de la acera norte con la calle Larios y plaza de la Marina, así como el espacio central, las obras contempladas de adecuación en el aparcamiento subterráneo de la Plaza de la Marina así como la rehabilitación de la escultura del Marqués de Larios y la mejora de su ubicación. La fase 3 abarca las obras correspondientes a la acera sur.

En total se conseguirán 23.256 metros cuadrados de zona peatonal, con aceras de 27 metros de ancho en la zona Norte y de 23 metros en la parte sur, además de un carril bici de 470 metros lineales. De esta forma, el 75% de la superficie de la Alameda quedará para uso peatonal, mientras que un 25% se dejará para el paso de vehículos.

La distribución del eje central para el tráfico será de forma que el transporte público se quede con tres carriles y los vehículos privados se verán reducidos a dos carriles. Por su lado, el aparcamiento de la plaza de la Marina mantendrá sus accesos y salidas actuales.Detalles del proyecto

El proyecto prevé que el pavimiento cuente con marcas que señalen las trazas del antiguo Fuerte de San Lorenzo o se haga referencia de Miguel de Cervantes, que estuvo en Málaga. Se eliminará la rotonda de tráfico frente a calle Larios y se dará realce a la escultura del Marqués de Larios, obra de Mariano Benlliure, integrándola en la zona peatonal que da entrada a la calle que lleva su nombre, y con una zona verde de respeto perimetral que recuperaría su límite de forja original. Gracias a ello, se podrá contemplar en 360 grados. Además, este conjunto escultórico se rehabilitará y se solucionarán los problemas derivados de su ubicación actual.

Para los ficus se ha previsto una zona mínima de 5,4 metros, con un pavimento en el que se alterna un pavimento verde de tierra vegetal y pavimento sólido prefabricado para diferenciarse con claridad del resto de material continuo.

Tanto la acera norte y sur cuenta con una hilera de árboles de pequeña escala a unos 5 metros de las fachadas, que además de proporcionar una escala más doméstica y una limpieza del ruido visual derivado de la actividad comercial en las plantas bajas, servirá como límite estricto de las posibles terrazas que surjan como apoyo a la hostelería.

Las paradas de autobuses se ubican en las zonas de pavimento con un color cobrizo para que haga un efecto llamada al pasajero, pero manteniendo su textura con la intención de mimetizarse con el espacio público circundante. De esta manera, las paradas de autobuses en el ámbito Alameda no se entienden como un punto de espera focalizado sino como una extensión del espacio público en sí mismo, dotadas de un banco transversal a la carretera, pavimentos regulados y un tótem corporativo con paneles LED de información y publicidad específicamente diseñado.

El carril bici discurre por la acera norte, en el espacio resultante entre el contorno de la huella de la rambla y el pavimento prefabricado, constituyendo un total de 470 metros lineales que ensambla con su continuación existente en la zona este y oeste.