La huelga de taxistas, que llevaba en pie desde el domingo 13 ya ha finalizado pero aún queda analizar la situación y preguntarse: ¿por qué los taxistas hicieron esta huelga?, ¿qué diferencia hay entre los taxistas y los conductores de Cabify? Esta situación de huelgas y protestas por este tipo de empresas no es nueva, viene de lejos, y parte exactamente de 2009, cuando se aprobó la Ley Omnibus que daba rienda suelta a la concesión de licencias VTC y que, hasta 2013, dejó tras de sí un vacío legal. Y con él, una serie de licencias denegadas que más tarde serían recurridas. En 2013, una medida del Reglamento de Ordenación de Transporte Terrestre indicaba que debería haber una licencia de VTC por cada 30 taxis.

La aparición de esta medida prometía la reducción inmediata de la concesión de este tipo de permisos, pero esas licencias recurridas fueron aceptadas judicialmente justo en el momento en que ya había entrado en vigor la normativa que determina que solamente debe concederse una de VTC por cada 30 de taxis. La situación entonces se revirtió y la concesión de las licencias de VTC se disparó, lo que ha supuesto que en España haya alrededor de 5.654 licencias VTC frente a las 66.835 de taxis. En el caso de Málaga, en toda la provincia hay 2.634 licencias, de las cuales, 556 son VTC, lo que se traduce en una licencia VTC por cada 5 o 6 de taxi. Éste es uno de los puntos que el gremio de taxistas denunciaba.

Con la concesión de este tipo de licencias se crearon empresas como Uber o Cabify.

Cabify es la más utilizada en la provincia y es una empresa de redes de transporte a nivel internacional que conecta a usuarios con vehículos de alta gama a través de una aplicación móvil. Estos vehículos son conducidos por sus propietarios, que a su vez tienen una licencia VTC, lo que les permite trabajar como autónomos para la empresa, tras pasar por un riguroso proceso de selección.

Los taxistas, para poder conducir un taxi, tienen que obtener una licencia tipo BTP. Teniendo el carné de conducir B desde hace más de un año, el taxista solo tiene que pasar un examen específico de 16 preguntas. Este examen se realiza a través de una autoescuela en la que hay que abonar una matrícula de alrededor de 300 euros, más 18 en concepto de tasas. La autoescuela entrega un temario y realiza el examen al futuro conductor.

Además, para acceder a la licencia de taxi hay que poseer un buen colchón económico ya que los precios de éstas rondan los 100.000 euros. Precisamente, éste es otro aspecto del que los taxistas se quejan: la cantidad de dinero que cuestan sus licencias, comparadas con las licencias VTC, de unos 27 euros.

Conocer las tarifas de Cabify y cómo se diferencian de las de los taxistas también es un tema importante a abordar. En Cabify los vehículos cobran una cantidad por kilómetro recorrido, exactamente se cobran 1,65 euros por cada uno de los primeros 20 kilómetros y 1,10 para el resto. Por su parte, los taxistas tienen unas tarifas muy variadas y en algunas ocasiones, dependen de suplementos y servicios mínimos. El precio por kilómetro recorrido para un taxista, en el caso de Málaga, es de 0,86 euros. A diferencia de Cabify, los taxistas tienen un servicio mínimo que debe ser de 3,65 euros.

La facturación es otro de los puntos por los que los taxistas también se manifestaban. Ellos recuerdan que Cabify no paga impuestos en España y argumentan que, además de «no tener las mismas dificultades a la hora de trabajar ni los mismos gastos y encima no fomentan el desarrollo en España».

En Cabify la facturación de sus viajes las emite Maxy Mobility Spain SL, que es la filial española de esta empresa. Sin embargo, lo que pone en guardia a los taxistas es que la sede oficial de la empresa se encuentra en EEUU, en el estado de Delaware, considerado uno de los estados fiscales más opacos del país. Ante las múltiples acusaciones que la empresa ha recibido por esta cuestión, Cabify responde que esto se debe «exclusivamente a su etapa inicial», ya que la compañía recibió su primera ronda de financiación en 2011 por parte de inversores estadounidenses de Silicon Valley y afirma que «uno de los requisitos para cumplimentar el acuerdo era tener una sede fiscal en EEUU».

Seleccionamos varios recorridos en Málaga para ver qué diferencias de precio hay entre los dos competidores. Eligiendo los emplazamientos más habituales, así como los que tienen una distancia un poco más larga de lo habitual tenemos, por un lado, el recorrido desde el Palo hasta la Alameda Principal, que en Cabify tendría un valor de 10,31 euros, mientras que con un taxi sería al rededor de 9,67 euros (teniendo en cuenta los kilómetros recorridos). Si desde este mismo lugar decidimos ir hasta la avenida Plutarco, situada en el barrio de Teatinos, el precio sería de 24,11 euros con Cabify y al rededor de 8 euros con un taxi. Si nuestro recorrido es desde la Alameda hasta Rincón de la Victoria, el valor del viaje asciende entonces hasta 25,95 con Cabify mientras que su valor en un taxi sería de alrededor de 22 euros.

En estos recorridos Cabify es más caro que el taxi, mientras que sus licencias son más baratas que las del gremio. Sin embargo, el sistema de concesión de las licencias para un taxi es bastante más complejo de conseguir que para un conductor de un vehículo Cabify.