Decenas de pacientes malagueños con cáncer de vejiga tendrán que esperar al menos un mes tras agotarse el suministro del tratamiento contra su enfermedad. El problema es nacional y, por tanto, la cifra de pacientes afectados se multiplica.

Un portavoz del Ministerio de Sanidad señaló ayer que la compañía farmacéutica (MSD) ya le comunicó los problemas de suministro y el stock que tiene disponible se está suministrando actualmente a través de la aplicación Gestión de Medicamentos en Situaciones Especiales. «Asimismo MSD está gestionando la importación de más producto procedente de EEUU», agregó el portavoz, que añadió que la empresa informó hace unos días de que se retrasa la fecha de restablecimiento «a finales de septiembre».

Tal y como informó ayer La Opinión, la denuncia de un paciente al que le ha sido cancelado el final del tratamiento en el Hospital Clínico ha sido determinante para conocer un problema de trasfondo empresarial y que podría afectar a cientos de enfermos de cáncer.

Desde este hospital se apresuraron a informar de que la causa no obedecía a problemas logísticos propios, sino a un desabastecimiento generalizado, lamentando las molestias que pudieran ocasionarse a los afectados. En la web de la Agencia Española del Medicamento se informó hace unas semanas de esta incidencia. En un comunicado, este organismo dependiente del Gobierno, con fecha 25 de julio, explica que, «de los tres medicamentos autorizados en España que contienen BCG en polvo para suspensión intravesical, solo ONCOTICE 2-8 x 108 UFC polvo para suspensión intravesical (...) estaba abasteciendo la totalidad del mercado. Los otros dos medicamentos no están disponibles, ya que uno se encuentra en suspensión temporal y el segundo tiene problemas de suministro hasta abril de 2018».

Por este motivo, la empresa farmacéutica fabricante, Merck Sharp & Dohme (MSD) de España, informó de un retraso por problemas en la planta de envasado y que a partir del 21 de agosto el suministro se restablecería, extremo que parece, según la información proporcionada ayer por Sanidad, que se dilatará al menos un mes más. Ante estas circunstancias, desde la Agencia española informan de que a los pacientes que estén en régimen de mantenimiento se les «suspenderá» la administración de BCG hasta que haya una mayor disponibilidad de producto y que «se debe priorizar el inicio del tratamiento con BCG en función del riesgo».

Uno de los afectados malagueños, Francisco Javier Morales, denunció ayer la situación de «desesperación» que padece a consecuencia de la cancelación del final de su tratamiento. «Esto no es un dolor de cabeza o que deje de haber aspirina. Tengo cáncer y me han cancelado la quimioterapia porque no hay», agregó el hombre, que señaló que es la segunda vez que se somete a este tipo de tratamiento, ya que con anterioridad, en 2013, padeció un cáncer de vejiga en el que ahora ha recaído.

Tras volver a serle diagnosticado a principios de año, los urólogos que le atienden en el Hospital Clínico le informaron de que en esta ocasión debía ponerse seis sesiones de esta quimioterapia para eliminar una mancha en la vejiga, y tres más tras un breve periodo de descanso para mantener el órgano «limpio». Estas tres últimas son las que no podrá darse, al menos de momento.

Diez días antes de estas sesiones le llamaron para cancelarle «por falta de medicación» el tratamiento. Preocupado y angustiado, decidió pedir más información y reclamar ante el hospital y Salud esta cancelación. Ayer conocía que el trasfondo es más amplio y, el problema, de mayor calado. «Esto es una vergüenza, no entiendo como no se han hecho previsiones, nos han abandonado», se lamentó.