Comercios

Artesanía para el paladar en pleno Centro de Málaga

La tradicional pastelería Ávila traslada su local al corazón de la capital y renueva su imagen

Pastelería Ávila reabre sus puertas en la calle Sánchez Pastor. Imagen del nuevo local de la pastelería ubicada en el Centro.

Pastelería Ávila reabre sus puertas en la calle Sánchez Pastor. Imagen del nuevo local de la pastelería ubicada en el Centro. / Álex Zea

María Dolores Medina

La pastelería Ávila, que abrió sus puertas en 1983 en la calle Salinas, se ha mudado a Sánchez Pastor, al local donde se encontraba la antigua joyería La Suiza, para ofrecer a los malagueños y turistas esos pasteles artesanales de toda la vida que hacen al público rememorar los sabores más tradicionales. Llevan abiertos en este emplazamiento desde el pasado viernes 18 y ya son muchos los que se acercan al nuevo establecimiento para comprobar que la calidad continúa siendo su seña identificativa, una seña que hace que la pastelería Ávila se diferencie del resto. «No escatimamos en materia prima, no escatimamos en gastos en este sentido. No nos gusta comprar una materia prima de baja calidad, porque eso se nota en el producto final y nos gusta ofrecer lo mejor a nuestros clientes», explica Rocío Ávila, hija de Horacio Ávila, dueño de la pastelería desde su creación.

El Obrador es otra pastelería confitería que pertenece a la familia Ávila y está situada por la zona del Parque Mediterráneo, en la calle Carril de la Chupa. En este establecimiento es donde se elaboran los pasteles por un equipo de reposteros profesionales que trabajan diariamente elaborando tartas, pasteles y ahora, como última innovación, helados. «Hemos decidido incluir algunos helados artesanales dentro de los productos que vendemos para ampliar la oferta al público», explica Rocío Ávila.

Han decidido instalarse en pleno corazón de la ciudad ya que en el anterior emplazamiento, la calle Salinas, el paso del público era asiduo pero el local era antiguo y estaba más escondido, pero la ubicación actual tiene mucha más visibilidad. «Siempre hemos tenido nuestro público y la pastelería ha tenido una muy buena época, pero ahora que este establecimiento ha quedado vacío, decidimos trasladarnos aquí. Renovarse o morir», explica Rocío, que se muestra ilusionada.

Artesanía para el paladar en pleno Centro de Málaga

Artesanía para el paladar en pleno Centro de Málaga

Dentro de la grandísima y exquisita variedad que presenta la pastelería, Rocío indica que las lenguas de obispo son los pasteles que más se venden, puesto que son, por excelencia, el producto por el que se identifica la pastelería. «Estos dulces son milhojas de crema que tienen una pasta dulce de merengue crujiente arriba, esta es la especialidad y eso sólo lo hace el dueño, es decir, mi padre y también las tartas de Santiago», explica Rocío, que destaca que tienen «algunas especialidades gallegas» y también se inspiran en la «pastelería francesa».

En el establecimiento, no sólo se venden pasteles, también se venden bombones, refrescos, café y aperitivos. Además se pueden pedir tartas por encargo, tartas congeladas y especialidades para personas celíacas, cuya elaboración se realiza en un espacio que «no está libre de harina en suspensión», pero sí que los productos con los que se hacen son 100% libres de trazas de trigo, algo que, desde la pastelería, siempre advierten al comprador.

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