La huelga de los examinadores, que comenzó el pasado mes de junio con paros parciales de tres días a la semana y que debido a la falta de acuerdo entre el colectivo y la Administración se retomará hoy, 4 de septiembre, ha reducido al 40% la facturación total de las autoescuelas a nivel nacional. En la provincia, los paros de los examinadores han supuesto la reducción del 75% de los exámenes, lo que ha dejado a 4.000 alumnos sin examinarse y a un total de 6.000 pruebas sin hacer.

Según datos de la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE), los paros han provocado retrasos de un mes en las pruebas teóricas y de dos a tres meses en los exámenes prácticos y ha obligado a muchos de los alumnos a posponer la obtención del permiso de conducir hasta el próximo verano. «Empecé mis prácticas para aprender a manejar el coche en julio pero no he podido examinarme,así que tendré que retrasar el carné hasta el año que viene porque en septiembre me mudo a Barcelona y con la universidad no tendré tiempo», lamenta Miriam Gómez, una de las damnificadas por la huelga.

La falta de consenso entre examinadores y la Dirección General de Tráfico (DGT) está llevando tanto a autoescuelas como a alumnos a una situación límite. La autoescuela El Torcal sostiene que este verano ha sufrido pérdidas de hasta 80.000 euros en relación al año anterior. En los municipios el retraso es aún peor. Dori Melero explica que mientras que en Málaga se realizan tres pruebas por ficha, es decir, por profesor, en la filial que El Torcal tiene en Marbella sólo han podido llevar a examen a un alumno por profesor.

Esta situación esta llevando a algunas autoescuelas a abrir listas de espera para sus alumnos. En Estepona, la autoescuela Al Andalus dispone de una lista de 130 estudiantes pendientes de examen. «Hemos llegado al punto en el que realizamos un sorteo entre los chicos y entra dentro de un cupo», «todavía no hemos podido examinar a tres alumnos en un mismo día». El gerente de esta autoescuela califica de «nefasta» la forma en la que se esta manejando este parón que le ha ocasionado pérdidas del 75% del volumen total de su negocio.

Por su parte, los alumnos aún pendientes de examen no dudan en expresar su desagrado ante las circunstancias. Juan Pedro Guerrero, vecino de Estepona, asegura: «He estado esperando el cese de la huelga para poder examinarme, y ahora me encuentro con que tengo que esperar porque hay 25 personas por delante de mí esperando a examinarse». Como él, Pilar Molero sostiene: «No sé si es culpa de los examinadores o de la DGT, pero muchos de nosotros solo disponemos del verano para poder sacarnos el permiso de conducir y nadie nos da una solución».

Las autoescuelas ponen el foco en la Administración, ya que consideran que este situación se debe a la «mala gestión», que se está llevando a cabo desde la Dirección General de Tráfico. «Nosotros tenemos el derecho de los examinadores a ponerse en huelga, sin embargo, no entendemos por qué no se ofrece una alternativa», sentencian miembros el colectivo de autoescuelas.Nueva huelga

Los examinadores cesaron la huelga durante el mes de agosto con la promesa de reunirse con la DGT «para solucionar» un conflicto que llevan arrastrando desde el pasado 2015. La falta de plantilla que este colectivo sufre desde 2008 es una las causas que les llevan a reivindicar una mejora de su situación laboral y una subida salarial de 250 euros mensuales. Luis Conde, delegado de la Asociación de Examinadores en Málaga, ya advirtió en este diario de que si «para septiembre la Administración no ha buscado soluciones, comenzarán una nueva huelga indefinida a partir del 4 de septiembre y esta vez, durante todos los días de la semana».

Un parón que es ya un hecho tras el fracaso de las negociaciones entre la Asociación de Examinadores de Tráfico (Asextra), y la DGT. No obstante, a pesar de ello y por motivos de «responsabilidad», el colectivo ha decidido dar marcha atrás y mantener los paros de tres días a la semana. Para Joaquín Jiménez, presidente de Asextra, se trata de una «llamada a la responsabilidad» al advertir que podrían ser muchos los perjudicados que, según sostiene, «no tienen la culpa del inmovilismo de una institución que no ha hecho ningún tipo de movimiento para acercar posturas».

Asimismo, desde la asociación aseguran que mantendrán unos servicios mínimos, para evitar «prejuicios» a los alumnos. Algo que el colectivo de autoescuelas agradece ya que señalan que «si no se alcanza una solución y nuestros alumnos no pueden examinarse, no sabemos cómo vamos a salir adelante y sobre cómo se lo tomarán los alumnos».