Las asociaciones de Vecinos de El Palo y Pedregalejo y la Federación de Asociaciones de Vecinos Unidad han remitido un escrito a todos los grupos municipales del Ayuntamiento para pedir que el tráfico de vehículos pesados con salida y entrada en el puerto de Málaga, y todos aquellos camiones que van desde este recinto a la cementera de la Araña, usen la autovía A-7 para sus desplazamientos, evitando así el paso por la avenida Juan Sebastián Elcano y la calle Almería, en el distrito Este, con el fin de «mejorar la fluidez de la circulación, disminuir la contaminación y aumentar la seguridad vial».

En su escrito, estas organizaciones vecinales aportan diferentes normas en las que se regula el paso de camiones por las ciudades y destacan que hace poco volcó un camión con destino a la cementera. Reclaman además que «la circulación por Juan Sebastián Elcano y calle Almería se reserve por la densidad de población existente, por su actividad comercial y por población escolar a la circulación de tráfico ligero, transporte urbano e interurbano».

«El tráfico rodado es la fuente más notable de ruido y la contaminación ambiental en la ciudad y en viales con poca anchura afecta de forma negativa a los vecinos de la zona», señalan, para recordar después que la principal fuente de contaminación sonora en las urbes es en el 80% de los casos propiciada por el tráfico rodado. «Las vías de circulación existentes en ambas calles, en cuanto al ancho de las mismas, no son aptas para la circulación del tráfico de camiones de elevado tonelaje, debido a la anchura de estos vehículos», reflexionan las tres organizaciones, que además llaman la atención sobre la presión que soporta el pavimento de ambas vías, que excede, por cierto, lo permitido por las ordenanzas: nueve kilogramos por centímetro cuadrado.

«Pedimos que las mencionadas calles se blinden para el transporte de mercancías cuyo tonelaje máximo no exceda de las ocho toneladas, excepto para aquellos que por razones inexcusables entren con la correspondiente autorización municipal o en el caso de vehículos en labores de extinción de incendios, protección del medio ambiente y mantenimiento de las condiciones de seguridad en las carreteras», aclaran.

Solicitan además al Ayuntamiento que retire las ordenanzas que «pretenden la regulación del tráfico pesado por el Centro y que este sea desviado hacia la autovía, al ser un viario más adecuado: con ello conseguiremos una mejora en la salud y en la calidad de vida de los ciudadanos, así como también una importante mejora en la imagen de Málaga capital».

En la ciudad, bajo su punto de vista, «no cabe la circulación de camiones de 30.000 y 40.000 kilos por el Centro, ya que desenfoca la imagen de la urbe, una imagen que hay que transmitir a los vecinos y, por supuesto, a los millones de turistas que nos visitan todos los años. La impresión de sorpresa y rechazo al ver circular por el Centro y sus barriadas esos enormes camiones trastocan la imagen de la capital», agregan.

Recuerdan estos vecinos que Juan Sebastián Elcano y la calle Almería articulan todo el tráfico en El Palo y Pedregalejo y destacan que la apertura de la autovía en 1992 motivó que la alcaldía derivara hacia ella el tráfico pesado, «con un sustancial incremento de la calidad urbana» en la zona, criterio que mantuvo, añaden, Celia Villalobos, que además adecentó el ajardinamiento de los laterales de las aceras. Critican que el equipo de gobierno actual quebró este criterio, «permitiendo así el tráfico pesado con específica autorización a vehículos de cinco ejes, en pareja, «que realizan suministro de cemento» a la fábrica de la Araña. «El tráfico de vehículos pesados desde el puerto a la fábrica de la Araña y de la Araña al puerto debe tener como única referencia la autovía A-7, con los específicos accesos de la fábrica a la carretera», indican. Hasta en 56 ocasiones los camiones entre el puerto y la cementera atraviesan estas calles al día.

El portavoz de Málaga para la Gente, Eduardo Zorrilla, apoya estas reivindicaciones. «Pensamos que los vehículos pesados pueden ir por otras vías como la autovía, pero para ahorrarse 15 minutos van directamente desde el puerto a la fábrica cementera atravesando el Centro, el paseo marítimo de Levante y la calle Bolivia, con bastante peligro y problemas para los vecinos. Es un peligro, porque generan polvo y contaminación, destrozan la calzada. Además, el horario establecido para su tránsito impide el descanso de los vecinos».