Casi la mitad de los empresarios y emprendedores malagueños considera que los servicios prestados tanto por entidades públicas como privadas para el fomento del emprendimiento no son «útiles o suficientes», según una encuesta publicada ayer por la consultora RGD Factoría de Proyectos. Los resultados, elaborados a partir de 500 respuestas recogidas en diferentes eventos empresariales, puntos de información a emprendedores o actividades formativas empresariales, revelan que entre el 46% y 48% de estas personas opina de esta forma (dependiendo de si la instancia es pública o privada respectivamente).

Otro porcentaje de entre el 28% y el 39% manifiesta estar satisfecho con el nivel de apoyo recibido mientras que el 26% y el 13% restante admite no tener una valoración clara al respecto.

El porcentaje aumenta hasta el 76% a la hora de valorar como «insuficientes» las ayudas y subvenciones al emprendimiento otorgadas por estos organismos. Además, para casi la mitad (49%), la información proporcionada en relación a la gestión empresarial tampoco es considerada suficiente.

Los servicios más utilizados por los emprendedores, y a la vez los más valorados son, según la encuesta, los prestados por el Instituto Municipal de Formación y Empleo (IMFE) y los de Promálaga, ambos del Ayuntamiento de Málaga, además de los ofrecidos por los CADE de la Junta de Andalucía. Alcanzando porcentajes intermedios se sitúan los servicios de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), la Cámara de Comercio, la Universidad de Málaga y la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE).

En concreto, los programas, subvenciones o ayudas que los consultados por RGD consideran «más útiles» son en primer lugar, el asesoramiento gratuito de Promálaga, seguido de la subvención PEFA que otorga el IMFE y el periodo de incubación que ofrecen los CADE. Otros programas conocidos por estas personas son los programas Spin Off de la Universidad de Málaga y las subvenciones destinadas al apoyo del emprendimiento de la Diputación.

RGD considera que el «aspecto diferenciador» de su proyecto con respecto a otros similares es que «son los propios empresarios y emprendedores los que, en base a su actividad diaria y experiencia, valoran los programas proporcionados por los organismos públicos y privados, sin que éstos intervengan en el estudio».