Un ejemplo para otras mujeres. La malagueña Rocío García decidió congelar sus óvulos hace siete años tras diagnosticársele un cáncer de mama ya que su propósito que se marcó antes de comenzar con la quimioterapia era ser madre. Tenía entonces 37 años y no quería dejar escapar la oportunidad de tener un hijo, que nació el pasado mes de julio. El caso de Rocío es el primero registrado en la Unidad de Reproducción del Centro Gutenberg de Málaga. La paciente había sufrido una cirugía conservadora para extirpar el tumor que padecía y estaba a la espera del tratamiento de quimioterapia y tras su visita al Centro Gutenberg decidió someterse a un tratamiento de vitifricación, ya que presentaba un buen estado físico y ginecológico y no existían otras contraindicaciones médicas. Podría congelar sus óvulos para ser madre en un futuro.

Ahora ya es una realidad. El niño se llama Quintín, como su padre y su abuelo. Nació en julio en el Materno Infantil y ayer mismo madre e hijo paseaban por el Centro de Málaga y reconocía en conversación con este periódico que estaba un poco "desbordada" por todas las llamadas y felicitaciones que recibió una vez que esta historia de superación se hizo pública. Rocío cuenta que una de las claves para superar su enfermedad era pensar que "podría tener un hijo en un futuro. Eso me dio fuerza", comenta.

Rocío, incansable y trabajadora, explicaba ayer que le operaron del tumor de mama en el Hospital Civil en abril de 2010, cuando contaba con 37 años de edad y posteriormente fue sometida a un tratamiento de quimioterapia, por lo que decidió acudir a la Unidad de Reproducción del Centro Gutenberg para someterse a un tratamiento de vitrificación, opción que no podía recibir en el Materno Infantil.

Posteriormente, cuando logró recuperarse de su enfermedad, descongeló sus óvulos, se inseminó con los espermatozoides de su pareja y se le implantaron los embriones para lograr el embarazo. Hoy, con 44 años y habiendo superado un cáncer de mama es madre de un bebé que ya tiene dos meses de vida y cuya gestación se desarrolló con total normalidad.

Rocío García explicaba ayer que cuando recibió la noticia se le vino el mundo encima pero que sacó fuerzas y sólo el pensamiento de que en un futuro podría ser madre le permitió afrontar con entereza su enfermedad. "La verdad es que me alegro que se haya conocido mi caso si sirve para ayudar a otras mujeres que como yo están en esa situación".

La alegría que desprende Rocío es inmensa. Este miércoles por la tarde, cuando acudió a la sede de La Opinión de Málaga se le veía aún más contenta, pues venía de probarse el vestido de novias ya que tiene fijada para el 27 de octubre la fecha de su boda con el padre de su hijo en la iglesia de San Miguel de Miramar.

Este es el primer caso registrado en el centro Gutenberg de una mujer que congela sus óvulos, se somete a un tratamiento de quimioterpia y, posteriormente, logra un embarazo por fecundación ´in vitro´ y tiene un hijo. La congelación de óvulos o vitrificación es una técnica para preservar la fertilidad que consiste en estimular los ovarios de la mujer mediante un tratamiento hormonal -similar al de cualquier tratamiento de Fecundación In Vitro- y extraer los óvulos mediante punción ovárica en el quirófano. Más tarde se vitrifican los óvulos maduros, lo que equivale a una congelación rápida, y se conservan en bancos destinados a dicha labor.