La Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), que agrupa a 103 asociaciones empresariales y a más de 40.000 pequeñas y medianas empresas y autónomos de la provincia, dio ayer su apoyo a la construcción del hotel de lujo en el puerto de la ciudad que alcanzará los 135 metros de altura, algo que ha levantado fuertes críticas ciudadanas, incluidas las de los ecologistas. En su opinión, «el edificio proyectado convivirá en la zona con enormes grúas y con contenedores apilados, propios de las actividades portuarias, cuya altura en sí misma ya resulta significativa».

La principal crítica que se ha hecho al proyecto del arquitecto José Seguí es precisamente que contaminará visualmente el sky line de Málaga. «Además, se sitúa a 1.900 metros en línea recta de Gibralfaro, a 1.400 de la Aduana y a 1.500 de la Catedral, lo que ha llevado a la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía a no presentar alegaciones por plantearse el proyecto fuera del conjunto histórico y suficientemente alejado del mismo para poder afectar a los Bienes de Interés Cultural (BIC)».

La CEM pidió a la delegación provincial de la Consejería de Medio Ambiente la tramitación simplificada de la evaluación ambiental del plan especial del puerto en el dique de Levante. La inversión del proyecto es de 115 millones de euros y prevé una creación de 1.600 empleos en diversas fases.

Los empresarios apoyan la Torre del Puerto, junto al crecimiento del segmento de cruceros y los sucesivos récords de viajeros y visitantes, «lo que permitirá a Málaga avanzar en calidad de alojamiento y convertirse en ciudad-destino para un turismo de alto poder adquisitivo, lo que completará su ya variada oferta».

En el documento de alegaciones presentado ante la Junta, la CEM defiende «la compatibilidad de la imprescindible protección del medio ambiente con la promoción de un desarrollo económico sostenible, como se consagra en el artículo 1 de la Ley 21/2013 de Evaluación Ambiental».

La organización quiso hacer constar en las alegaciones de la Ley de Gestión Integrada de la Calidad Ambiental de Andalucía (GICA) que es la Gerencia de Urbanismo, organismo autónomo competente para tramitar la modificación urbanística del plan especial del puerto, la potestad de decidir qué tramitación corresponde.

En este sentido, el informe técnico de la Gerencia, firmado por funcionarios públicos (arquitecto municipal, jefe de servicio y jefe de departamento), afirma que legalmente procede el trámite ambiental con una evaluación ambiental estratégica y simplificada, informó la CEM en un comunicado de prensa.

La CEM considera «igualmente válido el trámite simplificado que el ordinario, pues en ningún caso la aplicación de un procedimiento de mayor duración ofrece mayores garantías y seguridad jurídica que uno más breve». «Ambos ofrecen seguridad jurídica y plenas garantías de control ambiental; y la diferencia radica simplemente en la entidad y complejidad del plan o proyecto objeto de análisis. A modo de ejemplo, no se necesita el mismo tiempo para examinar la implantación de una autopista o una gran presa que la de un edificio».

El propio Ministerio de Medio Ambiente, asegura la CEM, establece en su comentario a la Ley de Evaluación Ambiental que la normativa actual busca simplificar y agilizar «porque los procedimientos complejos no suponen mayor protección ambiental y constituyen un freno al desarrollo sostenible». «Un procedimiento ágil es por tanto plenamente compatible con la seguridad jurídica», dicen los empresarios.

Para la CEM, el edificio no es perjudicial para su entorno, ya que la extensión del suelo sobre el que actúa es reducida. Asimismo, se trata de un edificio de bajo consumo, en el que se cubrirá el 100% de la demanda energética con energías renovables. En cuanto al gasto de agua, se obtiene una reducción final de más de un 72% de ahorro respecto al consumo convencional de un hotel de similares características.