Como siempre que el photoshop entra en campaña, se tarda poco tiempo en descubrir la manipulación. Nicolas Sarkozy, en su día hombre más poderoso de Francia, se otorgó la libertad de reducirse el volumen abdominal para aparentar que contaba con una cintura esbelta y el tiro le salió por la culata. Algo parecido le ha ocurrido ahora a Rafael Fuentes, candidato a la secretaría general del PSOE de Málaga, que se dirime este domingo en las urnas.

Si la historia, tradicionalmente, nos ha enseñado que puede desaparecer de todo, el equipo de campaña de Fuentes lo ha corroborado ahora con la eliminación poco sútil de la exalcaldesa de Vélez-Málaga, Salomé Arroyo, tal y como se puede comprobar en la imagen que acompaña este texto. Arroyo, es a su vez, secretaria general del partido en el municipio axárquico y, presumiblemente, apoyará al otro candidato en liza, José Luis Ruiz Espejo. A pesar de ello, tuvo el detalle de abrirle las puertas de la agrupación a Fuentes y de posar en la foto con él, exhibiendo una buena dosis de compañerismo. A alguien, un gesto así, debió de parecerle una especie de intromisión y, por lo tanto, decidió pasarle la goma al rostro de Arroyo para sustituirlo por una militante de la cuerda de Fuentes.

Este montaje, al que se le pueden aplicar fácilmente los adjetivos de burdo o chusco, no tardó mucho en ser descubierto por algunos militantes que empezaron a airear la foto en las redes sociales y en la candidatura de Fuentes no tuvieron más remedio que pedir perdón a través de Twitter: "Lamentamos el error cometido con la foto y pedimos disculpas sinceras a la secretaria general del PSOE de Vélez-Málaga"