El sueño del propio carnet de conducir se ha convertido desde el pasado mes de junio en una pesadilla. Los examinadores de la Dirección General de Tráfico (DGT) permanecen en huelga desde el inicio del verano y los alumnos de las autoescuelas se encuentran en un embudo provocado por la falta de días para realizar los exámenes prácticos. Desde el inicio del parón, que se extiende a todo el territorio nacional, sólo se hacen exámenes durante dos días a la semana. Concretamente, los jueves y los viernes. Esta situación está poniendo a muchas autoescuelas contra las cuerdas. La cola de alumnos pendientes de examinarse crece cada día. Hasta el punto de que muchos centros ya se están viendo obligados a no aceptar nuevas matriculaciones hasta que se reduzca la lista de espera. Esta falta de actividad y la consecuente disminución de ingresos está lastrando al sector. Muchas autoescuelas ya se han visto obligadas a recortar a parte de su plantilla a media jornada y el fantasma del cierre masivo empieza a planear sobre el sector. Si la huelga se prolonga, peligran el 30% de las autoescuelas en la provincia. Así lo asegura el presidente de la Asociación de Autoescuelas en Málaga, Antonio Martín, que habla ya de una «situación dramática».

Los examinadores están manteniendo las jornadas de huelga los lunes, martes y miércoles, lo que significa que los alumnos que los alumnos sólo pueden examinarse los jueves y viernes. En la provincia hay 25 examinadores para más de 200 autoescuelas. «Málaga se divide en tres comarcas y ahora estamos integrados en turnos. Cada profesor puede presentar a tres alumnos por día. Un número muy insuficiente. En Marbella, por ejemplo, el número de exámenes realizados en el mes de agosto ha sido de cero», lamenta Martín, además de recordar una obviedad: «No todo el mundo que se presenta aprueba el examen». El problema, asegura el máximo responsable de la asociación de autoescuelas, se intensifica en los municipios menos poblados, donde muchos centros han visto como algunos de sus alumnos se trasladan a autoescuelas de la capital. Y lo que está por venir puede ahondar en la herida. Calendario en mano, el doce de octubre, Día del Pilar, cae en jueves. Los examinadores están planeando extender el parón al día 13. De cumplirse sus intenciones, la semana se cerraría sin ningún día para hacer los exámenes. Octubre cerraría así con sólo seis jornadas para pasar a los alumnos. Lejos de descargar, la cola seguiría creciendo.

En el sector ya hablan abiertamente de un agravio sin precedentes. A falta de precisar las cifras en un estudio detallado, Martín ya habla de una pérdida media de 9.000 euros por autoescuela. «Algo se tendrá que hacer para resarcir al sector», apela directamente a la DGT y a posibles deducciones de cualquier tipo en un futuro. «Por orden de pérdidas, las autoescuelas estamos en primer lugar, seguidos por los alumnos. Los examinadores, que todo sea dicho, no están poniendo nada de su parte para solucionar el problema, están en el último lugar», sentencia Martín. Tampoco hay que olvidar que la huelga se inició en junio, a las puertas del verano. Golpeando, así, en una época clave para las autoescuelas, ya que incrementa el número de estudiantes que aprovechan sus vacaciones para sacarse el carnet.