El Hospital Virgen de la Victoria, a través de la Unidad de Terapia Intravenosa (UTI), con la que cuenta este centro desde hace dos años, ha puesto en marcha un nuevo protocolo específico para la canalización de vías venosas de larga duración para todos los pacientes que ingresan de forma programada para la cirugía de colon.

De este modo, ya se han beneficiado de ello en un año y medio aproximadamente más de 200 pacientes, la mayoría de los cuales ingresan en el área de hospitalización para ser intervenidos.

Los pacientes son citados un día antes de la intervención para colocarles los dispositivos en la unidad, y en el mismo acto se les lleva a cabo la extracción de sangre para las analíticas de control preoperatorio, minimizando así las molestias para el paciente, y asegurando que el acceso venoso para los tratamientos a través de este material permanezca hasta el alta del enfermo, «lo que repercute en la seguridad y en el bienestar del paciente», precisaron fuentes del hospital.

En esta UTI han sido atendidos 1.500 pacientes desde que se puso en marcha. El objetivo es personalizar y optimizar la calidad asistencial de pacientes que precisan de una canalización de vías venosas orientadas a tratamientos de larga duración y otros específicos, «lo que está contribuyendo a aumentar considerablemente los niveles de calidad, comodidad y seguridad que requieren este tipo de procedimientos», reseñan las mismas fuentes.