Como parte del desarrollo de la segunda fase del plan estratégico iniciado en 2013, la Empresa Malagueña de Transportes (EMT) viene trabajando desde entonces en la fusión de algunas de sus líneas para potenciar la conexión de los barrios mediante rutas transversales, también para tener garantías de supervivencia frente a la llegada del metro.

Con esta perspectiva, la empresa ha venido trabajando en el último año y medio en la creación de nuevas macrolíneas, que serían el resultado de la unificación de las líneas 38 (Granja Suárez-Carlos Haya-Alameda) con la 34 (avenida de Andalucía-Pedregalejo-La Mosca) y de las líneas 7 (Carlinda-Alameda) y 16 (Paseo del Parque-Térmica).

El objetivo inicial era la puesta en marcha de esas macrolíneas a comienzos de 2017, que no pudo ser. Se postergó después para Semana Santa, pero tampoco. Tras varios meses más de estudios para perfeccionar la remodelación de estos trayectos, la dirección de la EMT remitió una circular interna a todos sus empleados anunciándoles que el 2 de octubre se pondrían en marcha las dos macrolíneas.

Divergencias

No ha sido así. El retraso en la terminación de algunas obras viarias necesarias para el paso de los autobuses articulados y, especialmente, la falta de acuerdo con el comité de empresa en la elaboración de los cuadrantes que fijan los turnos, relevos y trasbordos de los conductores de esas líneas, han obligado a la empresa a dar marcha atrás y, de momento, no hay fecha prevista para la entrada en circulación de esas dos líneas.

La concejala de Movilidad y Transportes, Elvira Maeso, reconoció el retraso, debido a las obras en la zona de Miraflores (Nuestra Señora de Los Clarines) y «al desacuerdo en los cuadrantes. Pero se está negociando para ajustar todo ello y en cuanto se consiga arrancarán las nuevas líneas».

También Jorge Quero, representante de los trabajadores en el consejo de administración de la empresa, admite los problemas que han retrasado sine die la puesta en marcha de estas líneas.

Quero explicó que las nuevas líneas suponen trayectos muy largos, de más de una hora de recorrido, y es necesario fijar bien y «por escrito» como van a quedar los cuadrantes; «hay que tener en cuenta muchos elementos, como la duración de trabajo, los relevos, donde se harán estos, el traslado de los conductores al finalizar su jornada» y todo ello «sin que los trabajadores pierdan derechos adquiridos». Espera que el acuerdo llegue en breve.

La nueva línea que fusionará la 38 y la 34 se convertirá en la más larga de las que tenga la EMT, con 46 paradas en su recorrido. Iría desde San Alberto, en Carlinda, hasta La Mosca, en Pedregalejo. El trayecto mantiene el recorrido que tiene la 38 desde Carlinda hasta la Alameda y a partir de ahí seguiría el recorrido del 34, aunque con variaciones pues la nueva línea iría por calle Bolivia y doblaría por calle Mar hasta las Cuatro Esquinas de El Palo y bajaría por Juan Sebastián Elcano hasta doblar por Antonio Trueba. De esta manera rodearía la barriada de Echevarría. La nueva línea que se forme de la fusión de la 7 y la 16, también empezaría en Carlinda, pasaría por el Parque y la Alameda y se encaminaría al Oeste hasta la avenida República Argentina, en La Térmica.