La familia de Enrique Lozano, el líder malagueño del grupo musical Los Iberos, fallecido en enero de este año, ha presentado una denuncia contra la Sociedad General de Autores (SGAE) ante un juzgado de guardia de Málaga por presuntos delitos de apropiación indebida, falsedad documental, administración desleal y estafa por no haber cobrado parte de los derechos de autor de la canción Toda las noches quiero, que el artista compuso en 1985.

Según pudo averiguar el músico meses antes de morir, en Estados Unidos fue disco de oro y platino el disco Laberinto de amor, publicado en 1987 por la CBS, de la cantante portorriqueña Yolandita Monge. El disco incluía su canción Todas las noches quiero, aunque aparecía como coautor junto a A.R. Linares y J.R. Linares, pese a que en la SGAE consta que Enrique Lozano es el único autor, con registro desde el 16 de mayo de 1985.

«El disco fue un bombazo de ventas, Yolandita Monge es conocida como la diva de Puerto Rico», cuenta Miguel Centurión, yerno del artista. Su pareja, la abogada Carmen Lozano, hija de Enrique, cuenta que su padre no recibió ningún dinero por la utilización de su canción en ese disco, que además fue nominado a los Grammy Latinos, ni tampoco por las giras que realizó la artista portorriqueña a raíz de él.

Semanas antes de morir, el propio Enrique Lozano viajó a Madrid para consultar a la SGAE y conocer la causa de que nadie le informara de que su canción formaba parte de un disco que había vendido innumerables ejemplares en Estados Unidos. La respuesta de la SGAE fue que no iba a liquidar los derechos de autor porque, por el tiempo transcurrido, la reclamación había prescrito, así como todas las acciones judiciales posibles contra la discográfica CBS, que hoy es Sony Music.

Para Carmen Lozano, la reclamación de los derechos de autor no ha prescrito, «porque la acción para reclamar comienza cuando el autor pudo ejercitar la acción, en este caso, y según reiterada jurisprudencia, cuando el autor conoce los hechos. Y además la reclamación por daños morales derivados de vulnerar la paternidad de la obra no prescriben».

Lo llamativo es que, según la SGAE, Enrique Lozano sí cobró por un segundo disco de la cantante Yolandita Monge, que incluía Todas las noches quiero, pero la familia sostiene que tampoco cobró y que la SGAE no lo ha acreditado pese a exigírselo. Sí les consta los derechos de autor de esta misma canción, interpretada por Sara Montiel, cuando se incluyó en un documental: El cantante y compositor malagueño recibió en esa ocasión 700.000 pesetas. Faltaría, sin embargo, la parte más sustancial, la del éxito de ventas de Laberinto de amor.

Además, a raíz de la consulta de Enrique Lozano, la SGAE remitió a la familia un certificado de la liquidación de derechos de autor de la canción en el periodo 2008-2017, en el que le correspondieron un total de 1.388 euros.

En la decisión para interponer la denuncia también pesan las trágicas circunstancias del artista, que en 1967, a causa de un accidente de tráfico, sufrió un traumatismo craneoencefálico que le provocaría el ingreso durante un año en un centro psiquiátrico en Francia, así como terapias con electroshock en un psiquiátrico de Málaga en 1969. Como destaca su hija, a partir del accidente padeció trastorno bipolar, agravado por la muerte de una hija en un accidente de tráfico en Estados Unidos.

«Aprendió a convivir con la depresión. Quiero que salgan estos datos porque esto explica muchas cosas, y más grave es que lo dejen indefenso», destaca su hija.

En la fundamentación de la denuncia, la familia señala entre otros puntos que «la falta de licencia en SGAE de una obra, entendemos no impide el cobro por la entidad de los derechos de autor sino únicamente identificar al autor y liquidar por los derechos recibidos».

También destaca la denuncia que el hecho de que la SGAE haya liquidado el periodo 2008-2017, algo que la familia entiende que se hace «al azar», «no hace sino evidenciar una estafa continuada pues las incorrectas liquidaciones de SGAE, durante 30 años, han hecho creer al autor que no le correspondían más derechos que los recibidos, con el consiguiente perjuicio para el mismo».

Carmen Lozano quiere que la denuncia contra la SGAE sirva para investigar estos hechos y para que Sony Music, en calidad de testigo, aclare en el juicio por qué su padre no recibió nada por participar en ese disco de oro y platino.Respuesta de SGAE y Sony Music

En un burofax remitido a la familia en julio, la SGAE confirma que la autoría de la canción es de Enrique Lozano y señala que para liquidar los derechos, «los discos deben ser licenciados por la SGAE», «si no está registrado el disco, no podemos gestionarlo y por tanto, no es posible recaudar por ellos», aparte de que el disco nunca fue distribuido en España, indica.

La SGAE informa además de que se ha puesto en contacto con Sony «para dejar claro que en caso de reedición del disco se tenga en cuenta que la obra Todas las noches quiero se incluya el nombre de su padre como autor».

También subraya que la SGAE alberga información de liquidaciones recibidas «desde 1998 a la actualidad», por lo que considera «imposible» conocer liquidaciones anteriores a ese año».

Por su parte, Sony Music, en otro burofax a los herederos de Enrique Lozano, subraya que no tiene «relación, vinculación o responsabilidad alguna con las posibles vulneraciones o infracciones de los derechos de autor que pudieran corresponder a D. Enrique Lozano y/o a sus herederos, responsabilidad exigible única y exclusivamente a quienes se hayan atribuido la autoría de la obra Todas las noches quiero y/o a la SGAE al no repartir o repartir de forma indebida a sus respectivos titulares los derechos que pudieran corresponderle por la explotación de dicha obra».