Las restricciones de las compañías aéreas en su política de equipaje están generando una guerra con las asociaciones de consumidores y causando más de un quebradero de cabeza a los viajeros. Salir de vacaciones o realizar una pequeña escapada ya no es tan llevadero. El pasajero que desee bajarse del avión y acudir directamente a su destino sin tener que pasar por la sala de recogida de maletas tiene que leerse bien la letra pequeña de su billete. Si las aerolíneas low cost llegaron para aliviar el bolsillo de los usuarios, muchas de ellas cobran ahora suplementos para acceder a ciertos servicios, como subir una pequeña maleta a bordo. La última en apuntarse a esta moda ha sido la aerolínea irlandesa Ryanair, que a partir de noviembre empezará a aplicar una nueva política de equipajes que ya ha generado un gran revuelo.

La compañía irlandesa de bajo coste presidida por Michael O’Leary promocionó como una bajada de la tasa de facturación un cambio en su régimen de equipajes. Los malagueños que elijan entre las decenas de rutas que parten desde Málaga en la temporada de invierno para volar a diferentes partes del mundo tendrán que tener en cuenta los nuevos requisitos. El más importante es que a partir de ahora tendrán que pagar cinco euros adicionales cuando reserven el billete si desean llevar en cabina un bolso y una maleta de mano de 55 x 40 x 20 centímetros. Ahora bien, si el equipaje lo agrega después de la compra, el usuario debe abonar seis euros. El bulto pequeño no debe sobrepasar, además, los 35 x 20 x 20 centímetros.

Ryanair pretende evitar los retrasos durante el embarque de pasajeros -que conducen, por ende, a la demora del despegue del avión- dejando claras las reglas del juego antes de que comience el partido.

¿Pero qué recogen las políticas de equipaje de otras aerolíneas que operan en Málaga? Más de una maleta, no sale gratis nunca.

Air Europa permite al pasajero llevar consigo de forma gratuita un bulto de 55 x 35 x 25 centímetros, pero si el cliente ha comprado una tarifa sin maleta y finalmente necesite llevar una, tendrá que abonar 15 euros por trayecto si se reserva con antelación y 30 en el caso de que la compra se efectúe en el aeropuerto el mismo día.

Los límites de bultos y peso en la compañía noruega Norwegian vienen determinados por el tipo de tarifa contratada. Si el pasajero compra un billete LowFare, LowFare+ o Premium, podrá llevar consigo un bolso de mano con unas dimensiones máximas de 55 x 40 x 23 centímetros y un artículo personal de pequeño tamaño, de 25 x 33 x 20 centímetros, con un peso combinado que no supere los diez kilos. En caso de que el comprador opte por una tarifa Flex o PremiumFlex, el peso entre ambos bultos, que deben cumplir con las mismas dimensiones que los anteriores, no debe superar los 15 kilos.

El equipaje que el pasajero puede transportar a bordo de un avión de Eurowings sin coste adicional, tanto en vuelos interinsulares como internacionales, consta de una maleta de 55 centímetros de alto, 40 de ancho y 23 de fondo que pese, como máximo, ocho kilos. El viajero podrá llevar consigo, además, sus efectos personales con una dimensiones máximas de 40 x 30 x 10 centímetros.

Críticas

Tanto Tap Express como Vueling permiten subir en cabina una maleta de 55 x 40 x 20 centímetros de forma gratuita. La diferencia está en que la firma lusa establece un peso límite de ocho kilos mientras que la compañía española acepta hasta dos kilos más. Ambas aerolíneas autorizan al pasajero a llevar un bulto pequeño adicional -como una cartera, un bolso o un maletín-. En el caso de Tap Express no debe ocupar más de 40 centímetros de alto y 30 de ancho, mientras que en Vueling permiten un complemento más pequeño (35 x 20 centímetros) y una bolsa adicional con las compras que el viajero realice en el aeropuerto.

Las críticas ante el endurecimiento de las condiciones para subir en cabina equipaje no se han hecho esperar. La organización de consumidores Facua, tras la modificación introducida por Ryanair en su política, ha exigido que se reforme la normativa aérea para evitar que se aumente los servicios por los que se cobra al usuario y se devalúen las prestaciones incluidas en el billete. La asociación entiende que son prestaciones que deben estar incluidas en el coste de la tarifa, sin que suponga en ningún momento un suplemento adicional para el pasajero.

Facua denuncia que las compañías aéreas vendan «como extras» cuestiones que, a su juicio, son básicas. Además de la posibilidad de llevar una maleta de «tamaño razonable» a bordo, la organización de consumidores lamenta que las aerolíneas también exijan el pago por elegir asiento antes de la facturación del vuelo o realizar el embarque con varios días de antelación.