La investigación es una función esencial de las universidades. Un derecho y un deber del personal docente e investigador. La investigación impulsa la adquisición y puesta al día de los conocimientos y hace posible una docencia de mayor calidad. La Universidad de Málaga se sitúa en el top español en producción investigadora y científica. Ocupa los primeros lugares de la clasificación de 79 instituciones académicas públicas y privadas que aparecen en el el último informe La Universidad Española en Cifras 2015-2016, publicado por la CRUE.

Según las cifras de la propia universidad malagueña y que fueron ofrecidas en la memoria del curso por parte del secretario general de la institución, Miguel Porras, durante el solemen acto de inauguración del nuevo curso, el colectivo de investigadores está constituido por 1.992 docentes con título de doctor. Al que habría que sumar 102 becarios predoctorales, que constituyen el personal investigador en formación, 51 postdoctorales, ocho contratados con cargo al programa Ramón y Cajal, diez en el programa Juan de la Cierva, tres en el programa Marie Curie y un grupo de contratados con cargo a proyectos de investigación, que asciende a 248 personas.

El informe de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) recoge más de 900.000 datos de todas las universidades españolas en siete grandes apartados: Demanda de enseñanza universitaria; Precios y ayudas al estudio universitario; Oferta de enseñanas universitarias; Recursos del sistema universitario; Resultados docentes; Resuntados I+D+i; y Resultados Presupuestarios, ofreciendo una completa fotografía del estado de las universidades.

La formación de investigadores es un factor crucial del desarrollo investigador del país, tanto respecto a su utilidad para nutrir la actividad investigadora de todos los organismos públicos de investigación, como para dotar al tejido productivo del personal cualificado necesario para desarrollar la actividad de I+D+i en las empresas. En consecuencia, la lectura de tesis doctorales, y la consiguiente consecución del grado de doctor del estudiante doctoral, es un resultado fundamental de la actividad universitaria y de su productividad.

Un importante indicador relacionado con la calidad de la investigación realizada por los investigadores de una institución es el correspondiente al número de tramos de investigación, reconocidos por la Comisión Nacional Evaluadora de la Actividad Investigadora (CNEAI).

De este modo, durante el pasado curso académico, el número de sexenios de investigación del PDI de la Universidad malacitana ascendía a 2.431, 71 más que el curso anterior.

A pesar de que, como refleja el informe, la crisis empobrece la capacidad productiva del profesorado universitario y pese a los recortes experimentados en la educación en los últimos años, la UMA ha logrado mantenerse en un buen nivel. Y lo ha hecho superarando los obstáculos de la falta de recursos y la imposibilidad de renovar becas.

En la actualidad, la Universidad de Málaga cuenta con 266 grupos de investigación. De ellos, según la memoria, 75 son de la rama de Humanidades y 65 de Ciencias Sociales y Jurídicas.

Por lo que respecta a los proyectos de investigación, el curso pasado había 182 proyectos en vigor, con una financiación de 13,6 millones euros. Por lo que se refiere a los proyectos autonómicos ascienden a 45, por un importe de 6,8 millones de euros. En cuanto al Plan Propio de Investigación, el número de ayudas concedidas ascendió a 708, con una financiación de 849.555 euros.Transferencia de conocimiento

Del mismo modo, la Universidad de Málaga ha gestionado 532 contratos de investigación, en los que han participado 543 investigadores, por una cuantía de 6,7 millones de euros, además de tramitado 11 cátedras de empresa por un valor económico de 288.550 euros.

Por otra parte, se registraron 14 solicitudes de patente españolas, once solicitudes internacionales vía PCT, cuatro solicitudes de patentes internacionales, una solicitud de patente estadounidense. La cartera de solicitudes de patente y patentes de la Universidad de Málaga en vigor a finales de 2016 ascendía a 248.

Los rectores echan de menos que las empresas españolas inviertan más en tecnología y señalan que reaccionan con lentitud ante los cambios tecnológicos disruptivos. Esto permitiría aumentar los resultados.