«Mi oficio era mecánico, tenía que trabajar con tuercas que las tenía que coger con las dos manos. Cuando llegué aquí no sabía ni dónde estaban las teclas», cuenta el oscense Eduardo Tornés, residente en Málaga desde 1963.

Tanto han cambiado las tornas desde la primera vez que cogió un ordenador, que hoy Eduardo, antiguo empleado de la fábrica del Amoniaco, es el coordinador de Nuestra Revista, la publicación que desde hace quince años publica el precioso Centro de Mayores de La Trinidad, en la calle Carboneros.

Como explica Alfredo Toval, antiguo trabajador de Citesa y colaborador de la revista desde su nacimiento en 2002, todo comenzó con unos cursos de informática y la monitora de un taller de prensa, que les enseñó a usar el programa de maquetación Adobe Pagemaker.

El resultado han sido 94 números a lo largo de estos quince años; «y esperamos llegar a los cien», confía Eduardo Tornés. Tanto él como el resto de miembros del taller de Prensa nacieron en los años 30 y todos superan los 80, así que ejercen lo que llaman «una vejez activa».

La revista, que no tiene periodicidad fija, publica como mínimo un número por estación del año.

Y de que la publicación salga con la mayor corrección gramatical y el menor número de erratas se encarga Juan José García Lepe, antiguo jefe de Publicidad de Félix Sáenz y publicista en Alas. «Yo no soy escritor, soy manejador de palabras», cuenta. Juan José García, con la colaboración del taller de prensa, ha publicado además varios relatos de su autoría.

En Nuestra Revista también colabora con la parte literaria. «Es literatura creativa siempre» y recuerda un cuento sobre un galgo fiel, para denunciar el maltrato animal.

A su lado está Juan Santos, que también trabajó en la fábrica del Amoniaco de Málaga y que vuelca su amor por la naturaleza en textos en los que, de forma genérica, habla de ríos, montes o manantiales, pero también tiene su espacio de opinión para hablar de la energía eléctrica, «o del retraso en la justicia».

Por su parte, Alfredo Toval escribe de todo un poco, desde crónicas deportivas sobre el último partido de petanca o billar de los miembros del centro de mayores, hasta la historia del edificio, «el antiguo Corralón de la Paja», gracias a que pudo entrevistarse con un antiguo vecino.

Precisamente, el género periodístico que le gusta más a Alfredo es la entrevista y, entre las que ha realizado, recuerda las del presidente de la Asociación Española Contra el Cáncer y de Marisa Bustinduy. Por cierto que entrevista con una antigua grabadora de casete.

La revista cuenta además con la aportación desinteresada de la colaboradora de La Opinión y anterior archivera municipal, Mari Pepa Lara.

Los integrantes del taller de Prensa tienen muchas ganas de llegar al número cien. Eduardo Tornés, que además de maquetar hace las fotos de muchos reportajes, confiesa por su parte que un amigo del Perchel ya tiene una grabadora digital que vuelca el contenido sin necesidad de transcribirlo. «Tengo ganas de conseguir uno». Seguro que lo logrará.