El viceportavoz de Ciudadanos, Alejandro Carballo, ha solicitado esta mañana en rueda de prensa que salga a concurso público la Casa Invisible para adjudicar al colectivo que gane la gestión de iniciativas culturales en ese espacio y ha explicado que, hasta ahora, "el Ayuntamiento no ha tomado decisiones por el complejo del alcalde y no ha solucionado el problema de legalidad" del espacio.

Carballo ha explicado que se trata de otro de los "culebrones urbanísticos que tenemos en Málaga" y ha recordado que todo empezó en 2005, cuando el Consistorio expropió la casa para usarla como incubadora de empresas. "Tras llegar al Tribunal Supremo, porque el dueño litigó, se gastaron 3,8 millones de euros; creemos que no es de recibo que siga allí una iniciativa que empezó con una ocupación. Ahora estamos en un limbo jurídico".

Para acabar con esta situación, la formación naranja llevará a pleno una moción en la que solicita que salga a concurso público la casa. "Estamos de acuerdo con que la casa sirva para iniciativas culturales, pero creemos que no se puede vivir de forma ajena a la realidad", ha dicho.

Carballo se ha referido también a la exposición en la que se mostraba una horca con los colores de la bandera de España, una muestra que ha considerado "desafortunada e inapropiada" después de los momentos que se están viviendo en Cataluña con la deriva independentista.

Otro de los miembros de Ciudadanos, Íñigo Vallejo, ha recordado que su partido siempre está a favor de la legalidad, pero ha incidido en que el edificio "es de todos los malagueños y de él se han apropiado unos pocos". Además, ha señalado que están desarrollando actividades culturales sin control fiscal y, por ejemplo, "hay un servicio de bar y no se pagan impuestos como el IBI". Según el área de Economía, deberían haberse recaudado ya unos 30.000 euros. "Es una competencia desleal en relación a otros establecimientos de la ciudad y del Centro Histórico que sí cumplen con sus obligaciones", ha aclarado.

También se ha referido a la existencia de conciertos sin las mínimas medidas de seguridad ni control acústico. "Nosotros estamos por la cultura, pero no a cualquier precio", ha sentenciado.