Cuando se cumple un año de la aprobación por unanimidad de sendas mociones de Ciudadanos y Málaga para la Gente, que reclamaban una solución técnica para frenar la desecación de la Laguna de la Barrera, el Ayuntamiento adoptará una medida que quiere aprobar en el pleno municipal de este mismo mes.

Como informó ayer a La Opinión el concejal de Medio Ambiente, Raúl Jiménez, la solución consistiría en conectar con una tubería el arroyo de Lillo o de Las Casillas, que pasa a escasos metros de la Laguna, para que se alimente del agua sobrante de la estación de tratamiento de agua potable de El Atabal.

«A veces, de manera puntual, a la estación puede entrar una cantidad de agua que no somos capaces de tratar, porque el caudal está lleno o por la lluvia. En esos casos, el excedente lo metemos en el arroyo colindante», explicó Raúl Jiménez. En estos casos, la construcción de una tubería, unas obras presupuestadas en 35.000 euros, permitiría que todo el excedente fuera a la laguna.

El concejal explicó que, en la actualidad, «de alguna manera el arroyo alimenta freáticamente a la laguna», pero con este entubamiento, «el cien por cien de ese agua que nos sobra, irá a la laguna». El concejal precisó que no se trata de agua saliente de la estación de tratamiento, que también se vierte al arroyo y que tiene mucha sal, si no «de la entrante que todavía no ha sido tratada».

Raúl Jiménez , que subrayó que la intención es aprobar la medida en el pleno municipal de este mes, confió en que la Junta de Andalucía dé el visto bueno a la solución.

A este respecto, Patricia Criado, de la plataforma ciudadana de apoyo a la Laguna de la Barrera, que ayer mostró su preocupación por la escasa cantidad de agua de este espacio, recordó que la Delegación de Medio Ambiente de la Junta aseguró en una reunión con los vecinos en enero, «que si el Ayuntamiento solicitaba permiso para encauzar el arroyo hacia la laguna no iban a poner ningún problema».