Ayer concluyeron las primeras actuaciones del proyecto piloto de limpieza y regeneración de vallas biondas en las carreteras de titularidad municipal, mediante un sistema de conservación sostenible que consiste en aplicar un producto que hace que la bionda recobre su estado inicial. Esto ha supuesto un ahorro del 90% del coste de mantenimiento de los «quitamiedos» sin necesidad de recurrir a su sustitución periódica como se venía haciendo hasta ahora.

Este sistema ha sido diseñado e implementado por la empresa Garbionda, que ha actuado sobre 3.600 metros de mallas metálicas de seguridad, «quitamiedos» de la carretera MA-24 8 (zona de la Araña), gestionada por el Ayuntamiento de Málaga, en virtud de un acuerdo firmado entre dicha empresa y el Área de Innovación y Nuevas Tecnologías para materializar este proyecto piloto y probar el funcionamiento del sistema, convirtiéndose así en pionero de este nuevo sistema de conservación de la red viaria.

Garbionda, con sede en el PTA, es una empresa dedicada a la I+D+i dentro del sector de carreteras, y ha diseñado esta solución tecnológica totalmente innovadora que permite implementar un servicio integral de conservación y mantenimiento sostenible de las infraestructuras de seguridad y contención.

El Consistorio malagueño, con esta actuación, además de aumentar la seguridad vial de la zona por el aumento de la visibilidad de estas infraestructuras, ha generado un ahorro de 147.000 euros. El beneficio económico que supone ejecutar este servicio de mantenimiento sobre estas infraestructuras viarias está en torno al 90%. El resultado obtenido con estos trabajos, después de la visita in-situ de los técnicos del Área de Innovación y Nuevas tecnologías y del Área de Urbanismo del Ayuntamiento, ha sido muy satisfactorio emitiendo por parte de este primero una certificación positiva de la actuación llevada a cabo.

Asimismo, este tipo de conservación se adapta a la normativa europea y (PITVI) 2012-2024 del Ministerio de Fomento de España, disminuye el impacto medioambiental al conservar el patrimonio vial existente en lugar de sustituirlo, evitando la fabricación innecesaria de nuevas barreras y la destrucción o almacenamiento de las antiguas.