Rafael Fuentes, director provincial de Comercio y de Icex en Málaga, consideró que Málaga ya no es sólo la capital de la Costa del Sol, sino un lugar «en el que se puede vivir y hacer negocios». Recalcó, durante una mesa redonda, que el residencial es el eje competitivo, el sector hotelero es muy relevante, «pero hay que hacer más esfuerzos para los inversores extranjeros, hay que dar un paso más, sobre todo en el sector logístico-industrial, el de oficinas y en cuanto a centros comerciales».

El presidente de la Cámara de Comercio, Jerónimo Pérez Casero, destacó que en la provincia ya hay más de 900 empresas exportadoras, y la edil María del Mar Martín Rojo destacó que la ciudad tendrá en 15 años 110.000 personas más y aclaró que la idea es captar grandes empresas que pueden deslocalizar parte de su trabajo aquí. Martín Rojo desarrolló el concepto «llave en mano», que significa que su área trata de implementar un sistema por el que las empresas se dirijan a ellos para mostrar su interés por un suelo, municipal o no; se les explique a los inversores cómo sacar los permisos en Movilidad, Urbanismo, etcétera..., agilizar los trámites en la medida de lo posible y que en año o año y medio «se haya hecho realidad el proyecto». «Trabajamos para mejorar la burocracia, que es una barrera importante», dijo.

María del Carmen García Peña, Gerente de Ciedes, defendió las mejores posibilidades de inversión en cada uno de los 11 distritos de la ciudad, creando centralidades que ayuden a prosperar a la zona de que se trate en base a cuatro ejes esbozados en el plan estratégico 2020 de Ciedes.

El presidente de los constructores malagueños, Emilio López, consideró que ha despegado el mercado pero ha habido cambios en el modelo que impedirán que se repitan errores pasados.