El Ayuntamiento de Málaga ha sacado a licitación pública la adquisición de desfibriladores externos automatizados para instalar no sólo en la Casa Consistorial, sino también en los diferentes edificios institucionales del municipio y en locales cedidos a asociaciones de vecinos y mayores. La oferta pública sale por 60.000 euros y el último día de presentación de ofertas es mañana.

Tal y como explica Julio Andrade, edil de Derechos Sociales, en los edificios municipales y centros cedidos a colectivos y asociaciones ya hay 75 de estos equipos. «Se trata de una política impulsada por el alcalde, Francisco de la Torre, que abarca e implica a muchas áreas municipales, Protección Civil, que depende del Área de Seguridad y Derechos Sociales. La idea es que haya uno de estos desfibriladores en cada edificio municipal y los espacios cedidos a asociaciones de vecinos, mayores y de otro tipo para que si alguien sufre un problema repentino pueda asistírsele en el momento», subrayó Andrade, quien también destacó que ello se acompaña con módulos de formación para los vigilantes, conserjes y personal encargado de usar estos aparatos médicos que tantas vidas han salvado, aunque hasta ahora no ha hecho falta usarlos.

«Esto lleva años y así vamos a seguir, porque el Ayuntamiento va más allá de lo que dice la norma y hemos extendido los desfibriladores a espacios municipales en los que, en principio, no es obligatorio tenerlos», aclaró.

«Necesitamos que haya gente formada en usar estos desfibriladores. Hay que recordar que la pasada fue la primera Semana Santa de España cardioprotegida y que, incluso, en eventos como la Feria u otras grandes concentraciones las agrupaciones y patrullas de Protección Civil llevan desfibriladores móviles para ayudar a quien sufra una crisis cardíaca repentina», agregó.

Andrade destacó que se organizan periódicamente cursos de reanimación cardiopulmonar, primeros auxilios y masaje cardiopulmonar junto a la Asociación de Médicos Intensivistas y Expaumi, la organización que agrupa a quienes han sobrevivido a estos episodios. El edil de Derechos Sociales añadió que no sólo se adquieren entre 30 y 40 equipos más, sino también otros componentes como baterías para poner a punto los que ya están funcionando pero se han deteriorado, como es natural, por el paso del tiempo. «Cada cierto tiempo lo llevamos a licitación pública porque es una política básica para el equipo de gobierno que los desfibriladores estén en todos los edificios municipales y centros ciudadanos, eso sin contar que también están presentes en eventos deportivos y de otra naturaleza que organiza el Consistorio», concluyó.