Los vecinos de uno de los bloques de las viviendas sociales que hay en la calle Los Negros, en la Cruz Verde, llevan cerca de tres semanas sin ascensor y no saben qué hacer para que funcione. Y es que denuncian que hace cerca de 20 días unos técnicos enviados por la Junta de Andalucía dieron de baja esta prestación que muchos necesitan para poder salir a la calle.

Una de las familias más afectadas es la de Trinidad García y Rafael Rodríguez de 58 y 56 años, respectivamente. Viven en la cuarta planta y ambos tienen problemas de salud. Trinidad está en pleno proceso oncológico y su marido acaba de ponerse un stent en el corazón y está a la espera de un segundo en dos meses. Además, desde 2009 es pensionista por un accidente de tráfico que tuvo y necesita de una muleta para poder moverse, tras quedar una pierna muy afectada e inhabilitarle para trabajar. «Por lo visto debemos 21.000 euros de comunidad pero nosotros no lo sabíamos. El bloque montó hace dos años su comunidad y todos pagamos», explica.

Sin embargo, desde la Junta de Andalucía alegan que la situación no depende de la administración, que se hace cargo de gestionar las viviendas, tras hacerse cargo previamente el Instituto Municipal de la Vivienda(IMV). Las reparaciones de inmuebles, de accesibilidad o dotar de una vivienda a alguna familia que lo requiera está dentro de sus funciones. Todo lo relacionado con la limpieza del bloque, mantenimiento o ascensor pertenece a la comunidad de propietarios, como en cualquier edificio. Asimismo, la Junta de Andalucía asegura que al no cumplir el ascensor con los requisitos mínimos para continuar funcionando -por supuesta falta de mantenimiento- han tenido que inhabilitarlo. «Está sin servicio porque no reúne los requisitos y esos requisitos los gestiona la comunidad», aseguran. Una situación que los vecinos no acaban de entender.

El propio Rafael, con uno de sus hijos aún en la vivienda, explica que dentro del alquiler mensual siempre ha estado la comunidad, sin embargo, hace tiempo sacaron ese concepto de la cuota pero nadie les explicó que a partir de ese momento se iba a generar una deuda.

De alquiler desde hace 17 años en el edificio, asegura que hace dos años les detallaron que debían de tener una comunidad y desde entonces los vecinos pagan casa mes una cantidad de 15 euros. «Nosotros queremos pagar pero no entendemos por qué no tenemos ascensor», expone. Con una deuda de 21.000 euros que supuestamente han generado, exigen una solución para ver cómo solucionar esta situación. Con cuatro viviendas en cada una de las plantas, salvo en la cuarta que solo hay dos, Rafael indica que en el edificio vive gente de mediana edad y algunos de ellos tienen problemas de salud. «Al vecino de mi planta le dio un infarto y también tiene problemas para bajar las cuatro plantas», expone.

Por su parte, Rafael, que también requiere de respirador para dormir a causa de una fuerte apnea que padece, explica que salir a la calle se ha convertido en un suplicio para el matrimonio. «Si no fuera por los mandados no íbamos a ningún lado. No podemos vivir sin ascensor», sentencia. Una situación que también sufren en otro de los edificios de estas viviendas sociales, los únicos con ascensores y ambos sin funcionar.

El garaje, pendiente de arreglar

Otra de las cuestiones que aún está sin resolver es cuándo podrán volver a utilizar el garaje. «La Junta de Andalucía vino el 23 de enero -de 2017- para arreglarlo, según nos dijeron, y desde entonces no lo podemos utilizar», resume Rafael, quien no duda en mencionar la suciedad que acumula la zona que ha contribuido a que las ratas campen a sus anchas. Cerca de un año sin garaje y los vecinos siguen sin respuesta por parte de la institución pública que detalló que dicha zona del inmueble estaba lleno de suciedad e incluso hubo un incendio. «Está pendiente la autorización para entrar a arreglarlo», indicaron.

Mientras tanto, los vecinos del edificio G de la calle Los Negros siguen sin ascensor, a la espera de que vuelva a funcionar, y sin poder meter sus vehículos en el garaje.