­«Nos recorremos los bares y restaurantes que hagan falta en busca de oportunidades para nuestros alumnos». Así lo cuenta Alejandro Matías Cabrera, director de Suman2+. Cual capitán de un barco dirige una Escuela de Segunda Oportunidad para jóvenes que se encuentran en una posición de vulnerabilidad social y luchan por cambiar sus vidas.

Sentado en clase frente a un ordenador está Francisco. Tiene 18 años y es uno de los alumnos que, a pesar de sus circustancias económicas y personales, no duda en apagar el despertador a las seis de la mañana para ayudar en casa, llevar a su hermano al colegio e ir a clase. «Lo que realmente me gusta es la música, tocar la guitarra y cantar, pero sé que tengo que empezar por algo para encontrar trabajo y mejorar mi vida». Para él, al igual que para todos los jóvenes que pisan la Escuela de Segunda Oportunidad, mejorar su calidad de vida es prioridad, aunque tenga que aparcar por un tiempo esa faceta artística.

Bajo el lema Una fábrica de sueños, la Fundación Marcelino Champagnat apuesta fuerte desde 2015 por este proyecto con el apoyo de la institución Maristas y la colaboración de la Obra Social La Caixa y el Ayuntamiento de Málaga. Abriendo las puertas a quienes más lo necesitan. La escuela ofrece formación dirigida a jóvenes desempleados, en riesgo de exclusión social y a personas con diversidad funcional. Cuentan con una amplia oferta formativa en estampación, serigrafía, secundaria, formación online, cursos de artes gráficas o cursos de formación para conserje y ordenanza.

Son cerca de las 12.00 horas y Juli está a punto de salir a tomarse un descanso. Tiene 22 años y es otra de las jóvenes luchadoras que, tras un parón educativo en su vida, ha decidido retomar las clases para sacarse la ESO. «Me gustaría ser esteticién y peluquera, por eso quiero sacarme el graduado, además, nunca se me ha dado bien el estudio y hubo una época en la que decidí dejarlo y dedicarme a mi casa», así lo cuenta llena de valor.

Las dificultades frente al sistema educativo, la lectura, escritura, los problemas personales o económicos, son algunas de las barreras que se intentan superar. La escasez de recursos es un problema con el que conviven no sólo los jóvenes. La escuela también tiene presente la preocupación económica, por ello intentan autofinanciarse en la mayor medida posible mediante el merchandising vendiendo camisetas, sudaderas o delantares personalizados.

Muchas son las historias que han dejado huella como la de Manuel, antiguo alumno del centro que consiguió una oportunidad como socorrista, o Juana que logró una renovación en su contrato en McDonald´s.

Remedios Verdejo Rico es docente y orientadora en el centro. «Ver que al final han conseguido su logro y su sueño es lo que realmente nos hace seguir trabajando y luchando. Ése es el premio», así lo expresa la profesora con pleno entusiasmo. «Lo que para algunos es insignificante, para otros es la base de su futuro», dice.Un 55% en riesgo de exclusión

El 55% de los jóvenes andaluces se encuentra en riesgo de exclusión social, según destaca un informe del Consejo de Juventud de Andalucía. Ser madre a temprana edad, tener que ayudar en casa o la escasez de recursos, son algunos de los motivos por los que se abandonan los estudios antes de tiempo y a causa de ello o se encuentra trabajo.

La exclusión social es un limbo desconocido por muchos. Alejandro Matías Cabrera explica que «te pueden excluir por tu situación económica o porque tengas una diversidad funcional o discapacidad. Está claro que una persona con discapacidad funcional lo tiene mucho más difícil a la hora de encontrar trabajo». Por ello, todos tienen un hueco en esta escuela. Los alumnos cuentan con un acompañamiento por parte del equipo de Suman2+ desde que comienzan la primera clase hasta que se presentan a un examen o a una entrevista de trabajo. «El vínculo creado entre nosotros no termina una vez conseguidos los propósitos», destaca Remedios. Está claro que alguien no arregla su vida en un mes. Hace falta optar por un camino repleto de esfuerzo y sacrificio. Algunos ya lo han elegido. Su punto de partida ha sido Suman2+.