Las administraciones públicas tratan de impulsar medidas para fomentar la estabilidad en el empleo ante la evidencia de que, a pesar de la mejora general de las cifras de contratación y ocupación en estos últimos años, los nuevos puestos de trabajo que se están generando responden a una tónica de máxima precariedad. La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ha anunciado esta semana planes de ayudas a la contratación estable y el Gobierno ha planteado a los sindicatos y empresarios, entre otros aspectos, una revisión de las modalidades de contratos, limitar las causas de temporalidad y el encadenamiento de contratos y que los trabajadores eventuales dispongan de una indemnización creciente. Lo cierto es que las cifras de contratación rivalizan ya con las de antes de la crisis pero otra cosa es la calidad del empleo que se genera, con un mercado todavía más dominado que antes por la temporalidad, los empleos por horas y una altísima rotación laboral.

En Málaga, por ejemplo, las cifras está confirmando en este 2017 hasta octubre un nuevo repunte del 8% en la contratación respecto al mismo periodo del año anterior aunque ese volumen queda empeñado por la precariedad, como vienen denunciado de forma reiterada los sindicatos. Sólo el 6,7% de los más de 652.000 contratos firmados en la provincia hasta octubre (unos 44.300) son indefinidos. Hasta 2006 entre el 10% y el 12% de las contrataciones llegaron a ser indefinidas, un porcentaje que a año a año fue bajando a raíz del estallido de la crisis.

Gran parte de las contrataciones temporales son, además, bastante efímeras en el tiempo. De hecho, dos de cada tres contratos eventuales que se firman en Málaga (de esta modalidad se han firmado más de 331.000 contratos hasta octubre) tienen una duración inicial inferior a un mes, un porcentaje diez puntos superior al de antes de la recesión. Los sindicatos vienen comentado en los últimos tiempos que, en general, la duración media de los contratos temporales en la provincia se ha reducido. CCOO cuantificó hace ya algún tiempo que de los 55 días que se manejaban en el boom económico se ha pasado a 48,8 días.

Otro elemento que muestra esa mayor precariedad laboral es el creciente peso de la jornada a tiempo parcial en las nuevas contrataciones, ya sean temporales o indefinidas. Los contratos por horas representan este ejercicio alrededor del 42% del total de los que se han firmado en Málaga (un porcentaje bastante parecido al de los dos anteriores años) cuando antes de la crisis esa tasa anual no superaba el 25%. CCOO y UGT afirman que en la mayor parte de los casos, estos contratos no responden a una elección del trabajador (por ejemplo, para conciliar vida familiar o laboral) sino porque las empresas no están ofreciendo contratos a tiempo completo

Lo peor de todo, según añaden fuentes sindicales, es que estos contratos esconden en algunos casos situaciones de fraude laboral, ya que un trabajador puede tener un contrato de tres horas al día y terminar echando ocho. En segmentos como la hostelería, la contratación a tiempo parcial puede suponer en algunos meses incluso el 60% de las altas en el sector.

Los empresarios, por su parte, admiten que la calidad de los contratos es mejorable y creen que la estabilidad de las contrataciones aumentará a medida de que la recuperación económica se afiance.

Mesa de calidad por el empleo

Respecto a los planes del Gobierno, el secretario general de CCOO, Unai Sordo, afirmó ayer en Madrid que la finalidad del sindicato «no es tanto hablar de un contrato o de otro», sino reducir la contratación temporal en España y sustituirla por contratación indefinida. Así lo señaló tras ser preguntado por la propuesta del Ministerio de Empleo y Seguridad Social de introducir en el contrato temporal con indemnización creciente de entre 12 y 20 días, que se puso encima de la mesa el pasado miércoles en la mesa de calidad por el empleo.

Según Sordo, reducir la contratación temporal en España requiere de una mayor actuación de la Inspección de Trabajo, de una mayor concreción de las causas para usar el contrato temporal y de buscar que el despido sea el último recurso en las empresas.

El máximo responsable de CCOO recordó que la mesa de la calidad por el empleo siempre va a contar con su sindicato si la finalidad es reducir la utilización del contrato temporal en España y favorecer la contratación indefinida.

«Hay que garantizar las condiciones de indefinidos, priorizar la utilización de la contratación indefinida y utilizar la temporal solo cuando haya una causa, ya que en algunos casos tiene justificación», añadió. CCOO afirma que está trabajando con UGT para hacer una propuesta en materia de contratación, que se planteará al Gobierno y a los empresarios.

«Hay que revertir la actual dinámica que hay detrás de la reforma laboral», comentó Sordo, tras afirmar que en la actualidad en España se precariza el empleo y se favorece el despido. «Habrá acuerdo con el Gobierno si se favorece la contratación indefinida y se penaliza la contratación indefinida temporal», apuntó.

Preguntado sobre si la solución está en equiparar la indemnización de temporales e indefinidos, Sordo dijo que hay sentencias en ese terreno y que seguramente el planteamiento del Gobierno tiene que ver con esto. A su juicio, equiparar las condiciones de indemnización o encarecer la cotización de la contratación temporal puede ser una forma de desincentivar la temporalidad y de que se use menos, «el problema es que hasta ahora se ha hecho lo contrario».

Además, opinó que el Gobierno hace propaganda de los datos de empleo y destacó que la realidad es que la contratación «es demasiada precaria» y que España tiene la tasa de temporalidad más alta de la UE, solo superado por Polonia. «Reconocen que no hay calidad en la contratación, porque si no, no plantearían una reforma de la misma», afirmó.