El ajetreo diario de la calle Nueva hace que se nos pasen desaparcibidos los dibujos que adornan la solería de esta transitada vía del Centro Histórico de Málaga. Están desde los años 90, cuando se hizo la última remodelación de la calle, aunque posteriores arreglos han deslucido y alterado estos dibujos en el pavimento, realizados con mármol rosa y que ofrecen una visión diferente de esta calle.

Un corazón ardiente, cintas, un fantasma y una representación del Canal de Suez ilustran el pavimento de la calle Nueva desde hace más de veinte años. La idea surgió del arquitecto Eduardo Serrano, responsable de la reforma de la calle en los 90, aunque la falta de cuidado han condenado el resultado final con el paso del tiempo. Se ha perdido uno de los cinco dibujos y otros tres están muy alterados, uno de ellos incluso ha perdido toda referencia al dibujo original.

Entrando por la calle Especería, el paseante se encontrará el primero de los dibujos en la confluencia de la calle Fernando de Lesseps, constructor del Canal de Suez. En referencia a este arquitecto, hay dibujado un río serpenteante y que es una de las imágenes que mejor se conserva. Un poco más abajo había una referencia a las cinco bolas, en la confluencia con la calle de este nombre, que se ha perdido.

Sí se conserva, en bastante buen estado e identificable, la imagen de un fantasma en la confluencia con la calle Duende, mientras que en la confluencia con la calle Cintería está el dibujo más perjudicado por reparaciones y que son cintas que hacían el guiño al origen gremial de la calle Cintería. Más abajo, cerca ya de la esquina con Puerta del Mar, a la altura de la calle Marín García, quedan los restos de lo que fue un corazón flameado. Este dibujo tiene su historia, ya que las llamas son un guiño al antiguo nombre de esa calle: Casa quemadas. El corazón, por su lado, es un homenaje a Marín García, un comerciante del siglo XIX que destacó por su actividad filantrópica en la ciudad.

El resto del dibujo de la calle Nueva, que va a lo largo de la vía, está concebido como si continuara hacia arriba. Esta es una alusión a su origen en el siglo XV, ya que se diseñó recta y amplia en una operación para sanear el entramado musulmán tras la entrada de los Reyes Católicos, conectando el centro ciudadano con el económico del puerto. Curiosamente, un objetivo similar al que se planteó 400 años después en la calle Larios.