La huelga parcial de taxistas que se celebró este miércoles a nivel nacional para pedir que se controle la proliferación de los vehículos de alquiler con conductor (VTC) que trabajan con plataformas como Uber y Cabify dejó desabastecidas la mayor parte de las paradas en Málaga. La coincidencia con la lluvia hizo más evidente la carencia de coches disponibles. Las asociaciones de taxistas participaron en una manifestación en Madrid, que comenzó en la glorieta de Atocha y terminó en la plaza de Neptuno, próxima al Congreso de los Diputados. La manifestación congregó a cerca de 20.000 personas en la capital, según las asociaciones de taxistas, aunque la Delegación del Gobierno redujo la cifra a 4.000.

Los convocantes entregaron un escrito dirigido a los distintos grupos parlamentarios con un conjunto de propuestas para asegurar el equilibrio entre VTC y taxis.

Entre sus reivindicaciones reclaman que se cumpla la tasa de 1 VTC por cada 30 taxis; que no se permita la transmisión de autorizaciones de VTC; que las VTC se sometan a las mismas autorizaciones municipales que los taxis; o que se cree una web de control de todos los servicios contratados a nivel nacional para garantizar que se cumple la normativa. También piden que sea obligatorio contratar un servicio de VTC como mínimo dos horas antes para diferenciar este servicio de la inmediatez del taxi; o que se prohíba realizar servicios con origen fuera de su comunidad. El presidente de la Asociación Nacional del Taxi (Antaxi), Julio Sanz, reclamó el cumplimiento «estricto» de las leyes, en concreto en lo referido a la proporción de vehículos VTC respecto al número de taxis (una por cada treinta) y a la captación de viajeros en calle.

Tras la reunión que mantuvieron ayer en el Congreso representantes del sector del taxi con responsables de Unidos Podemos, Sanz dijo que su colectivo «está harto de ser sistemáticamente engañado por el Gobierno».

El presidente de Antaxi preguntó si se pretende «eliminar cien mil puestos de trabajo fijos y estables», los que proporciona el sector del taxi, y sustituirlos por «cien mil empleos eventuales y precarios», en referencia a los conductores que trabajan para plataformas como Uber o Cabify.

Por su parte, el presidente de Fedetaxi, Miguel Ángel Leal, también instó al Gobierno a poner los medios necesarios para que se cumpla la ley, al tiempo que se negó a hablar de huelgas indefinidas y abogó por la competencia, con el convencimiento el sector del taxi serán mejor que sus competidores. Leal opinó que el nuevo real decreto que prepara el Ministerio de Fomento para regular la actividad de los vehículos de alquiler con conductor y evitar el fraude «no va a impedir que haya especulación».

Demora en la regulación

El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, aseguró que el Gobierno no puede hacer «absolutamente nada» ante las licencias VTC que se están concediendo por sentencias judiciales e insistió en que el problema se origina por el «vacío legal» creado por la legislación del anterior Gobierno socialista.

El Ministerio espera aprobar «a principios de 2018» las medidas que prepara para ordenar el sector del taxi y el de VTC frente a la estimación inicial de tenerlas listas antes de fin de año, según indicó el secretario de Estado de Infraestructuras de Fomento, Julio Gómez-Pomar, quien atribuyó la demora al hecho de que se aprobarán a través de un Real Decreto «de tramitación larga», esto es, que requiere información pública y dictamen del Consejo de Estado.

El número dos de Fomento manifestó no obstante su convencimiento de que las medidas que incluye contribuirán a «la ordenación y la convivencia» de los dos servicios de transporte.