La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ha encabezado esta tarde en Torremolinos el acto central del PSOE-A destinado a conmemorar el 40 aniversario del 4 de diciembre, fecha clave para empujar hacia la conquista definitiva de la autonomía de Andalucía en 1980. En un Palacio de Congresos desbordado, con un ambiente fuertemente marcado por la intención de solapar el devenir de la región con los sucesivos gobiernos socialistas, Díaz se ha mostrado partidaria de afrontar la reforma de la Constitución. Siempre y cuando, ha resaltado, suponga que se garantice la igualdad entre territorios. "Quiero una reforma de la Constitución sin privilegios y que se traduzca en la igualdad entre todos", ha manifestado. Una reforma, en este caso, ha añadido, que tendría que tener el respaldo amplio de la población, "como cuando el 90 por ciento votó a favor de la actual hace 40 años". Para Díaz, que no ha querido negar que existe un problema político en Cataluña, no se puede, sin embargo, "querer conquistar en las calles lo que no se ha conquistado en las urnas".

Frente al auditorio abarrotado, más de 3.000 asistentes según la organización, la mandataria andaluza ha vuelto a incidir en su rechazo a los nacionalismos, asegurando que no se puede ser de izquierdas y ser nacionalista. "Socialismo y nacionalismo son algo incompatible", ha precisado que los "nacionalistas siempre son de derechas porque buscan levantar fronteras y siempre buscan privilegios en razón a no sé qué superioridad".

En su discurso ha vuelto a pedirle al Gobierno central que le garantice a Andalucía una "financiación autonómica justa", y que no permita que la región se quede atrás en comparación con otras comunidades autónomas. La presidenta de la Junta ha hecho alusión al cupo y al concierto vasco, asegurando que los defiende, como hace con todos de los artículos que están en la Constitución, "pero que si hay urgencias para unos, tiene que haber urgencias para todos". En este punto ha subrayado que "los andaluces nos sentimos orgullosos de formar parte de España, pero pedimos igualdad entre todos". "A Andalucía se le está echando el freno de mano", ha lamentado.

A las puertas del 4 de diciembre se ha referido a los acontecimientos históricos de este día que está señalado en rojo en la historia de Andalucía. "Somos el único partido que salió hace 40 años a las calles y hoy sigue en el Parlamento", ha defendido que hace cuarenta años el "pueblo andaluz dio muestra de su dignidad en un día que se tiñó de rojo por la muerte de Manuel José García Caparrós".

José Rodríguez de la Borbolla, primer secretario general del PSOE-A y presidente de la Junta de Andalucía, precediendo a Díaz, ha ejecutado una intervención sin dar concesiones a futuras desigualdades entre territorios. "No estamos en campaña electoral y por eso tenemos que hablar con serenidad, como si fuera un día normal. Por eso no podemos plantear ocurrencias por ganar un voto", ha manifestado en clara alusión a la actual situación política en Cataluña.

En este ambiente de entusiasmo por reencontrase con el pasado vivo, también ha tomado la palabra Rafael Escudero, sucesor de Rodríguez de la Borbolla al frente de la Junta. En sintonía con lo expresado por Díaz, Escudero se ha mostrado contrario de comprar la paz. En este sentido, se ha referido de manera crítica a Cataluña, asegurando que reconoce que "hay un problema político", pero que se tiene que solucionar con un diálogo sincero. "Nunca creí que pudiera ver a alguien que se considera de izquierdas defender la autodeterminación", ha reiterado en sendas ocasiones. También se ha referido al cupo vasco, señalando que defiende su existencia, siempre que sea transparente. Todo lo contrario, según su opinión, a lo que está pasando ahora.

"Voy a explicar lo que es el cupo ahora mismo en cinco palabras: un atraco a mano armada", ha precisado, en todo caso, que es partiario de afrontar la reforma de la Constitución. "Pero para garantizar el acomodo a los nuevos tiempos, no porque el niño llore y le queremos dar el juguete", ha añadido.

El acto de esta tarde ha reunido en Torremolinos a lo más granado del socialismo andaluz, desde consejeros del actual gobierno de Díaz a dirigentes históricos. Por parte del PSOE de Málaga, cabe destacar la presencia de su secretario general, José Luis Ruiz Espejo, entre otros.