Las televisiones -todas- no se distinguen por su amor a Málaga. Las ciudades preferidas son Madrid, Barcelona, Valencia (con su fallas y playas de la Malvarrosa), Sevilla (con su Semana Santa, la Feria y su calor), Pamplona (con su San Fermín), Mallorca (con la masiva llegada de aviones con miles de turistas y las ensaimadas), las Canarias y Galicia con sus lluvias e incendios forestales...

El resto solo cuenta cuando llueve de forma torrencial, cuando los ríos se desbordan, cuando una granizada se carga las cosechas y algunas fiestas y festejos populares como el Misterio de Elche, la tomatina de Buñol, el Corpus de Toledo y la noche del fuego de Alicante.

Málaga, y esto se lo agradezco tanto a los presentadores de los informativos como a los encargados de contar con pelos, señales y tatuajes lo que hacen los futbolistas del Madrid y Barcelona, o Barcelona y Madrid, porque alternan el orden para que no se enfaden los hinchas de uno y otro equipo, Málaga, repito, solo se menciona cuando se refiere a los tres malagueños más famosos de la historia: el pintor malagueño Picasso, el actor malagueño Antonio Banderas y el futbolista malagueño Isco que juega en el Madrid.

Nunca falta en las citas la procedencia de estos tres malagueños. Gracias. Cuando se refieren a García Lorca nunca agregan granadino, por poner un ejemplo.

Pero, ¿en qué ocasiones surge el nombre de Málaga? Alguien comentará que tampoco se cita Teruel, Zamora o Albacete. Bueno, esa protesta o disgusto se la transmito a los turolenses, zamoranos y albaceteños. Yo, como malagueño, me centro en mi ciudad.

Además de Picasso, que ciento y pico años después de su nacimiento sigue acaparando la atención del mundo de las Bellas Artes; de Antonio Banderas, que se enorgullece de ser español y cada vez que habla recalca que ha nacido en Málaga; de Isco, que saltó de Málaga a Madrid y que es una de las figuras indiscutibles del balompié español pese a Zidane, pocas veces Málaga merece atención por parte de los responsables de los informativos de la 1, la 2, la 3, la 4, la 5€ hasta las no sé cuántas televisiones abiertas y de pago hay que poco a poco van embruteciendo a la población con programas impresentables aunque estén presentados por profesionales bien pagados. En Málaga, coño, hay algo más que los tres ases mencionados.

Durante el último verano (el más caluroso del siglo; todos los veranos son los más calurosos de todos los siglos), las televisiones se han volcado en el calor, en lo que marcan los termómetros, de lo que opinan del calor los de aquí y allá olvidando que en otras regiones y ciudades del país disfrutaban de una temperatura más agradable.

En esos días insoportables de calor, en Málaga, por suerte, las temperaturas no eran tan extremas. Pues bueno, ni pum. Calor en Andalucía, olvidando Almería y Málaga donde el termómetro no alcanzaba los treinta y tantos grados.

Llega la época de lluvias. ¡Hala! Aparece Málaga en los mapas de los ciclones, anticiclones, isobaras y todas esas palabrejas técnicas cuyo significado vamos aprendiendo sin necesidad de ir a la escuela, aparece Málaga, repito, en los mapas con nubes y gotas que anuncian que nos vamos a ahogar en la calle Larios el lunes, el martes y el miércoles.

Después resulta que las lluvias se produjeron en Humilladero, Antequera y Pujerra; en la capital, cuatro gotitas para ensuciar los coches aparcados en la vía pública.

Y a veces los encargados de dar las noticias de viva voz dicen Alora, Competa, Cartama€ ignorando los acentos, una molestia para los que escriben mensajes en las tabletas y en los whatsapp, que creo que se escribe así. Alora, no, Álora; Competa, no, Cómpeta; Cartama, no, Cártama€

Feria, Semana, Museos....

Yo no llego a tanto, como Pedro Aparicio, que en su época de alcalde de nuestra ciudad dio a la Feria de Málaga quizás el exagerado titulo de Feria del Sur de Europa.

Yo, de antemano, confieso que no soy muy feriante, o sea, que no me meto en la bulla de la calle Larios ni voy al Real o Cortijo de Torres entre otras razones porque ya no tengo edad para acudir a eventos multitudinarios, sobre todo a las casetas de la feria porque charlar, dialogar, comentar€ es imposible por la manía o costumbre de ofrecer la música a todo trapo, con riesgo de pasar al gremio de los privados del sentido del oído por rotura del tímpano, el martillo y el yunque.

Pero, al margen de mis preferencias, la Feria de Málaga bien merece más atención por parte de las televisiones importantes. Lo único que merece minutos y horas son San Fermín, las Fallas y la Feria de Sevilla con prolongación a la Romería del Rocío, que es de Huelva.

La Semana Santa de Málaga, sin menospreciar ninguna de las muchas celebraciones que se desarrollan en España, puede decirse que es única por el tamaño de los tronos, por la magnitud de los mantos de las vírgenes, por la forma de portarlos, por el orden de cada una de ellas cuando transita por las calles, por la presencia de la Legión y otras fuerzas de las milicias y fuerzas del orden, por la cantidad y variedad de bandas de música que forman parte de cada cortejo€

¿Qué atención prestan las televisiones a la Semana Santa malagueña? Poquita, la verdad.

¿Cuántos museos hay en Málaga sin contar los que algunas cofradías de Semana Santa han creado para ofrecer la riqueza de sus ornamentos? Pues la lista es tan larga como atractiva: Málaga, Picasso, Pompidou, Thyssen, Ruso, Municipal, Jorge Rando, Vidrio, Arte Contemporáneo, Revello, Vino, Interactivo de la Música, Artes Populares, Casa Natal de Picasso, Ordoñez, Catedral, Aula del Mar, Palacio Episcopal€ y alguno que se habrá perdido en un rincón de mi memoria. De esto no se habla nunca.

El Cine

Festival de Cine€ y además español o de habla española. Veinte ediciones, asistencia de cientos de artistas, directores, productores, periodistas, público en general. ¿Atención por parte de las susodichas televisiones? Lo mínimo, sin pasarse, no se vaya a enfadar en otros lugares. El Festival de San Sebastián merece todas las felicitaciones y ayudas, con su alfombra roja y los chistularis. Bueno, la alfombra roja del festival de Málaga es más larga y por ella pueden pasar no solo los visitantes sino todos los habitantes de la ciudad.

Vayan a Málaga...dice el New York Times

Menos mal que por ahí, nada menos que en Nueva York, uno de los periódicos de mayor tirada del mundo, el New York Times, sitúa Málaga entre las ciudades del mundo que hay que visitar. Además de todas las cosas que pueden visitar y disfrutar hay que agregar a la nómina el Caminito del Rey, un prodigio de la naturaleza por un lado y de ingeniería por otro.

Para rizar el rizo, lo último: turismo ornitológico para contemplar las cuatrocientas y pico variedades de especies de aves que sobrevuelan nuestra provincia.

Les esperamos. Bienvenidos; bueno, Welcome, que es más internacional. Menos mal que Picasso, Banderas e Isco siguen en el candelero y cada mención va acompañada «del malagueño». Gracias a los que agregan «malagueño» a esas tres figuras. Algo es algo.