¿Metro al Civil sí o no? La polémica entre el Ayuntamiento de Málaga y la Junta de Andalucía sobre la extensión del suburbano desde Torregorda al hospital para hacerlo rentable continúa. El alcalde, Francisco de la Torre, dio ayer una nueva vuelta de tuerca a la historia y consideró que ese tramo supondrá «un problema enorme al transporte público que hay ahora». Es más, recalcó que es «contradictorio hacer una obra de 40 millones de euros para fastidiar a líneas que hacen un gran papel y que la gente defiende», dijo respecto de los autobuses de la EMT.

El regidor se amparó primero en los vecinos para no cumplir con lo rubricado en 2013 en presencia de la presidenta de la Junta, Susana Díaz, pero la Administración autonómica ha jugado fuerte. Después de declarar de interés metropolitano la línea, el alcalde dijo que eso no lo contemplaba el PGOU, pero el Consejo de Gobierno respondió el martes aprobando el trámite de adecuación urbanística, que permitirá, precisamente, abordar la ejecución del proyecto de prolongación de la línea dos.

De la Torre ya recordó ayer que Díaz aseguró que esta parte del proyecto «no se haría con la oposición de los vecinos y estos han dicho o metro bajo tierra o no hacerlo hasta que haya recursos», pese a que hacerlo bajo tierra supone un importante montante de dinero público. El regidor precisó que la Junta «no debiera insistir en hacer lo que pretende hacer por el rechazo de la ciudadanía».

«El distrito no está de acuerdo», apostilló el alcalde de la ciudad, quien conminó a la Junta a que debe centrarse en que la obra está parada, el tramo precedente a esta prolongación, el Renfe-Guadalmedina, «se ponga en marcha cuanto antes». «Lleva años parada y hay que contratarla y desarrollarla cuanto antes y ponerla en marcha». Sobre qué hará el Consistorio tras la aprobación de la adecuación urbanística, dijo que una vez tengan el documento lo estudiarán técnica y jurídicamente.