Montañas con volumen

Hay muchas formas de crear una montaña para el nacimiento. Una de las más comunes es usar espuma de poliuretano expandido e ir trabajando tanto formas como texturas. No obstante, lo más fácil es utilizar el corcho blanco que viene dentro de muchas cajas para ir haciendo las distintas alturas. En lo que a los colores se refiere, se aconseja emplear tonos suaves y fríos si lo que se busca es crear el efecto de lejanía mientras que por el contrario habrá que usar tonos cálidos si se desea colocar más cerca las montañas.

Agua con motor

Lo más cómodo para crear el efecto de agua en movimiento en un belén es, precisamente, hacerlo real. Esto se consigue con un pequeño motor que haga circular el agua, ya esa a modo de río o fuente. Otras opciones, más allá del tradicional papel de aluminio que todo niño ha recortado alguna vez en forma de arroyo, son la de emplear siliconas o resinas para recrear desde cosas grandes a detalles como gotas. Otro truco es derretir caramelos de anís para hacer el efecto de la escarcha.

Corcho para edificar

El corcho vale para todo, es una textura que facilita su moldeabilidad que sirve para crear todo tipo de edificaciones. Desde casas a castillos, con este componente se pueden emular auténticas maravillas arquitectónicas tras pasar por una buena mano de pintura. Además, otro punto a favor es que el corcho se puede reciclar, así como otros materiales como el musgo o las ramas.Fidelidad a la época

Es importante ser fieles a la época. Esto se consigue, sobre todo, gracias a una buena documentación que en el caso de los belenistas profesionales es más minuciosa. Es muy frecuente ver en los nacimientos un pavo, pero realmente esta tradición llegó siglos después desde EEUU por lo que no tiene mucho que ver con la época hebrea en la que sucedieron los hechos.

Realismo con escenas cotidianas

Si lo que se busca es el realismo, hay que emplear escenas cotidianas más allá de las que se desarrollan en torno al pesebre. Para ello, se recomienda colocar las distintas figuras (lavanderas, pescadores, comerciantes, pastores, etcétera), repartidos por la superficie que ocupe el Belén. Importante: no ponerlos todos mirando hacia el misterio.

Distintos planos

¿Se pueden tener en un mismo nacimiento figuras de distintos tamaños? La respuesta es sí. Pero si lo que se quiere evitar es que se vea desproporcionado en su conjunto, el truco está en colocar las más pequeñas lo más alejadas posible de los primeros planos para crear así el efecto de lejanía. Mientras tanto, el portal de Belén ha de ir en un sitio privilegiado capaz de captar la mayor parte de la atención del público. Esto se puede conseguir colocándolo en un punto más elevado o a una altura suficiente para que goce de buena visibilidad.