Una de las peticiones más demandadas en los últimos años por los profesionales que trabajan en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Materno Infantil se ha cumplido y desde hace un mes la sala cuenta con todas las camas dentro de módulos cerrados que ofrecen mayor intimidad a los niños y padres que ingresan en esta unidad.

La sala ha contado desde sus inicios con 13 camas, cinco de ellas en los puestos centrales y sin cerrar de manera individual. El motivo era centralizar con un puesto de enfermería esas cinco camas en las que ingresarían los pacientes más críticos. Una vez que mejorasen su estado de salud, pasarían a alguna de las ocho camas restantes que cuentan con módulos independientes. Sin embargo, la experiencia acumulada por el personal durante estos años ha hecho ver que era mejor cerrar la zona central para dotarla de mayor intimidad, según explicó el jefe de Sección de Cuidados Críticos y Urgencias de Pediatría del Materno Infantil, José Camacho.

Otra de las ventajas que presenta esta obra llevada a cabo a finales de septiembre es que a falta de hacer oficial los horarios de visita, los padres podrán acompañar a los pequeños que ingresen con un pronóstico más complicado durante más tiempo, en comparación con el horario anterior. Será durante todo el día y en los casos que los médicos vean conveniente que pasen la noche, también se contemplará la posibilidad. Algo que no se ha facilitado hasta ahora y que en muchos casos no es necesario.

«Si el niño está sedado y con un respirador preferimos que la familia se vaya a casa y descanse y venga al día siguiente y se encuentre en mejores condiciones para hablar con nosotros y visitar al niño», explica el especialista. Y es que lo habitual es que esas cinco camas sean ocupadas por menores de entre 0 y 14 años que presentan un estado más crítico, requieren de un respirador, han sido recién operados o se han sometido a alguna intervención cardiovascular. En este último caso, en las intervenciones cardiovasculares congénitas, la edad puede ascender hasta 18 años, aunque son casos contados, según expone el doctor. Si son mayores de edad son operados por el mismo grupo que trabaja esta patología en el Materno Infantil pero son ingresados en el Hospital Regional.

En lo que va de año no se ha cancelado ninguna de las operaciones programadas para abordar cardiopatías congénitas, según expresó el jefe de sección José Camacho, que espera que llegue a su récord histórico anual con 115 operaciones culminadas.

Nuevas necesidades

Un ritmo que hacer prever que, de seguir por ese camino, en un futuro la UCI requerirá de nuevas camas para los menores que ingresan por esta patología o aquellos que se someten a alguna neurocirugía, otra de las especialidades que está creciendo en los últimos años. «Necesitaríamos algunas camas más si aumentan las especialidades cardiacas y neurocirugía pero que estuvieran dentro de un módulo de cuidados intermedios», sentenció. Un módulo que aún no existe en dicha planta en la que los pacientes necesitan cuidados especiales pero no intensivos como su propio nombre indica. Este nuevo apartado se incluiría dentro como una de las necesidades más inmediatas de cara a un proyecto futuro para mejorar la UCI, según expresó el propio jefe de sección.