La aceleración del mercado inmobiliario español es ya un hecho y Málaga sigue siendo uno de las grandes protagonistas de esta dinámica. Hasta el mes de septiembre se han vendido en la provincia malagueña un total de 23.867 viviendas, con un aumento del 14,7% sobre el mismo periodo del año anterior, según los datos publicados ayer por el Ministerio de Fomento. Este volumen (que da unas 88 operaciones al día de media) es el más elevado para los tres primeros trimestres desde que en 2008 estallara la burbuja inmobiliaria y diera comienzo un periodo de larga recesión que, en estos últimos años, ha comenzado al fin a superarse. Para encontrar una cifra superior hay que remontarse a 2007, el último año del boom económico, cuando la cifra a estas alturas del año superaba las 30.700.

Los datos desde enero a septiembre de 2017 siguen situando a Málaga como la cuarta provincia de España con más ventas tras Madrid (57.380), Barcelona (45.296) y Alicante (casi 29.600).

Por municipios, Málaga capital y Marbella se consolidan como los dos municipios que más están tirando de la recuperación de la venta de viviendas. Según Fomento, en Málaga se vendieron hasta septiembre un total de 5.289 viviendas, con un incremento del 33% sobre el mismo periodo del anterior ejercicio. En Marbella la cifra fue de 3.196 (un 8,2% más). En Estepona se vendieron 2.121 (con una subida del 33,4%), en Mijas 2.097 (+13,1%), en Benalmádena 1.639 (+5,1%), en Fuengirola 1.388 (+20,9%) y en Torremolinos 1.332 (+3,8%), por citar los volúmenes de mayor entidad.

El nuevo repunte del mercado en este ejercicio mantiene las características de los últimos tres años. Por un lado, las viviendas de segunda mano son las que acaparan el mercado, concentrando el 93,3% de las operaciones. Ello obedece a que la oferta de vivienda nueva sigue siendo aún muy escasa, a espera de terminar de dar salida al stock inmobiliario y a que se vayan incorporando las nuevas promociones ya en construcción o en proyecto. La segunda constante es la importancia del comprador extranjero en esta reactivación inmobiliaria. Según los datos de Fomento, en el primer semestre se registraron 8.213 operaciones a cargo de compradores foráneos en Málaga (tanto residentes como no residentes), lo que supone el 34,4% del total de compraventas. La provincia es una de las más activas en este segmento, con el 67% de todas las compras de viviendas realizadas por extranjeros en Andalucía y el 12,6% de las nacionales.

La Asociación de Constructores y Promotores de Málaga (ACP) ha manifestado ya en varios ocasiones que el mercado inmobiliario está creciendo «a un ritmo adecuado» y añade que el resto ahora es que ese crecimiento se consolide. Para la ACP, el gran objetivo es seguir reincorporando al comprador local, ya que Málaga, por nivel de población, garantiza por sí misma en circunstancias económicas óptimas una demanda anual de unas 20.000 viviendas.

Los portales inmobiliarios dicen que el sector ya está "normalizado"

Los portales inmobiliarios han puesto de relieve que los datos de compraventa publicados ayer confirman que la recuperación y «normalización» del mercado inmobiliario es una realidad. En concreto, el jefe de estudios de idealista, Fernando Encinar, subrayó que el incremento interanual del 17% (con 390.000 operaciones hasta septiembre) supera las previsiones más optimistas del año pasado y dejó «vislumbrar» que se superarán ampliamente las 500.000 viviendas vendidas a cierre de año. No obstante, advirtió del mercado de obra nueva está aún en niveles «raquíticos» por la escasa oferta y afirmó que si esta tendencia no se revierte, habrá una nueva escalada de precios en las ciudades que están agotando sus stocks de vivienda.

Por su parte, el director de Estudios de pisos.com, Ferran Font, destacó que los datos confirman que el mercado sigue un crecimiento «sostenido y moderado» y resaltó el porcentaje de compras efectuadas por extranjeros, que demuestra «su fuerte» confianza en el sector inmobiliario español. La directora de estudios de Fotocasa, Beatriz Toribio, dijo que el mercado está dando «claros signos de crecimiento gracias a la buena marcha de la economía, la consolidación del crédito hipotecario y la vuelta de la confianza al sector».