Tres hombres de nacionalidad española han sido detenidos por la Policía Nacional en Málaga como supuestos responsables de un delito de acoso u hostigamiento hacia sus exparejas, a las que seguían hasta el lugar de trabajo o les enviaban mensajes.

Las investigaciones policiales se han desarrollado en el último trimestre después de que las denunciantes acudieran a la Policía de forma independiente para denunciar el supuesto acoso, según ha informado hoy la Policía en un comunicado.

En el primer caso, la víctima había roto su relación, hecho que su expareja no aceptaba, por lo que la sometió a un acoso y chantaje mediante mensajería móvil y llamadas de teléfono que alteraban su vida cotidiana.

Posteriormente, y en vista de la mujer que no accedía a sus pretensiones, le exigió una cantidad de dinero amenazándola con difundir imágenes de contenido íntimo si no se la daba, hechos por los que el hombre fue detenido como responsable de un delito de acoso.

En el segundo caso, la mujer manifestó que su expareja acudía a su domicilio a horas intempestivas llamando al portero y que la esperaba en la puerta para seguirla a cualquier lugar que se dirigiera.

Además, en una ocasión en la que había acudido a la comisaría, a su salida la estaba esperando e intentó agredirla, según la Policía, que localizó al hombre y lo detuvo por su presunta responsabilidad en un delito de acoso con ánimo persecutorio.

En la tercera investigación, la denunciante dio cuenta del acoso continuado que sufría por parte del que había sido su pareja, que la vigilaba desde el exterior de su trabajo y la seguía hasta su domicilio, motivo por el que se vio obligada a cambiar de vivienda.

Según se desprende de la investigación, el presunto autor -que fue detenido tras ser identificado- habría realizado todas las acciones con la intención de recuperar la relación.

Las diligencias practicadas han sido remitidas a la autoridad judicial, que en los tres casos ha dictado una orden de protección a favor de la víctima.

El delito de acoso u hostigamiento fue introducido en el Código Penal el pasado junio de 2015, para dar cobertura a conductas insistentes, incluso persecutorias, que se suelen dar entre exparejas.

El no aceptar un "no" por respuesta e insistir en retomar la relación -ya sea a través del teléfono o buscando la cercanía física- podría suponer la comisión de una infracción penal, que podría venir acompañada de una medida de alejamiento, advierte la Policía