La empresa de aguas Emasa sacará a concurso las obras para la construcción de una estación de tratamiento de aguas de tormenta que permitirá reducir la presencia de toallitas, y la instalación de un nuevo sistema de descarga de camiones para reducir malos olores en la estación depuradora de aguas residuales del Guadalhorce, según aprobó ayer su consejo de administración.

Por un lado, se procederá a la adecuación de un espacio en la cabecera de la estación depuradora del Guadalhorce, que permitirá que los camiones con lodo realicen directamente su volcado a la arqueta de entrada a la planta. Esta obra permitirá eliminar las situaciones de almacenamiento que generaban mal olor, reduciendo al mínimo el problema.

La actuación incluye además la creación de una estación de tratamiento de aguas de tormenta en la misma depuradora destinada a aumentar la capacidad de tratamiento en la entrada de la planta. Ello permitirá la retirada de mayor cantidad de sólidos en el punto de entrada, especialmente de las toallitas que se arrojan al váter y no se reciclan. En una primera fase, se quiere equipar dos de estos canales con tamices, con la idea de ir completando la instalación en sucesivas etapas.